Masacre en EEUU
El cuerpo de Robert Card fue encontrado muerto sobre las 19.45 hora local con una herida de bala autoinfligida en la cabeza.
La Policía de Maine ha confirmado este viernes la muerte de Robert Card, el principal sospechoso de los tiroteos que este miércoles se cobraron la vida de 18 personas en Lewiston. El hombre ha sido hallado con una bala autoinfligida en la cabeza y su cuerpo se halló en un lugar cercano al río en el que había abandonado su coche.
El diario 'The New York Times' asegura que el cuerpo se encontró en una planta de reciclaje en la que había trabajado, dos días después de haber perpetrado dos tiroteos en una bolera y un restaurante.
El FBI rodeó la granja e inspeccionó los alrededores del lugar, a pie y con perros. Armados y con linternas apuntaron contra las ventanas de la finca para ver si el sospechoso estaba allí. Es reservista del Ejército de EEUU y estuvo internado en un centro de salud mental.
Este viernes, la Policía estatal de Maine, que lidera la investigación, publicó los nombres de las 18 víctimas mortales de los tiroteos, entre las que se encuentran un adolescente y su padre y cuatro personas sordas. También anunció que este sábado termina la orden de resguardarse en casa por seguridad vigente desde el miércoles.
El suceso ha conmocionado Lewiston, una ciudad de unos 38.000 habitantes, la segunda más poblada del estado de Maine, y es el tiroteo más mortífero en lo que va de año en Estados Unidos.
La organización 'The Gun Violence Archive' reveló que es el peor tiroteo masivo de 2023, y que se trata del número 565 este año. El archivo considera como masivo aquel tiroteo en el que al menos cuatro personas resultan heridas, excluyendo al tirador. Los disparos se produjeron en un restaurante y en una bolera.
Estados Unidos ha sufrido este año 565 tiroteos masivos como los ocurridos en el estado de Maine. La cifra acerca al país a cerrar 2023 con datos récord de incidentes de este tipo, pese a los esfuerzos de la Administración del presidente estadounidense Joe Biden por establecer nuevos límites para el acceso a las armas.
Se considera un tiroteo masivo, según el Gum Violence Archive, como aquel en el que al menos cuatro personas mueren o resultan heridas, excluyendo al atacante. La ONG da cuenta de 645 casos en 2022, 688 en 2021 y 610 en 2020.