OTRO FUE AYER ABATIDO
"La investigación se mantiene activamente noche y día", ha afirmado el portavoz de la Fiscalía belga Thierry Werts, en una rueda de prensa en la que explicó cómo una investigación de agentes belgas y franceses se convirtió el martes de manera inesperada en una operación especial antiterrorista con un tiroteo a plena luz del día en Bruselas.
Seis policías se personaron en un inmueble situado en la Rue du Dries del distrito de Forest, una zona tranquila de la periferia bruselense rodeada por las vías ferroviarias que desembocan en la vecina Gare de Midi, que se encuentra anclada en una zona tradicionalmente receptora de emigrantes, antaño españoles y portugueses, hoy mayoritariamente magrebíes.
Al igual que el canal de Bruselas dibuja el contorno del mal afamado Molenbeek, los "caminos de hierro" de los trenes marcan otra de las tantas costuras de las que se compone la multicultural Bruselas y suelen ser sinónimo de barrios complejos.
"Forest es una comuna tranquila con una gran diversidad", defendió hoy su burgomaestre (alcalde), Marc-Jean Ghyssels, quien dijo a la cadena RTBF que no esperaba la presencia de terroristas en la misma, aunque reconoció recibir periódicamente listas de "personas radicalizadas" entre sus habitantes.
"Forest es una comuna tranquila con una gran diversidad"
"Pero no sabemos muy bien qué hacer con ellas, porque no tenemos ninguna competencia en esta materia. Es difícil imaginar que me presente en casa de alguien a llamar a su puerta, diciéndole que tengo la impresión de que quiere partir a Siria", añadió, evidenciando las dificultades que afrontan las autoridades belgas en la lucha contra el yihadismo.
De hecho, los agentes encargados de controlar la vivienda donde se encontraban los sospechosos este martes fueron recibidos con una ráfaga de tiros disparados por "al menos dos personas", una reacción violenta que el primer ministro belga, Charles Michel, ha confirmado hoy a la radio Bel RTL, que causó "sorpresa".
Los policías abrieron fuego, se retiraron y rodearon el inmueble, desde el que los sospechosos continuaron disparando contra los agentes de manera más espaciada, hasta que uno de ellos fue abatido por uno de los francotiradores de las fuerzas especiales que acudieron como refuerzo.
Éste ha sido identificado como Belkaid Mohammed, un argelino nacido el 9 de julio de 1980 que se encontraba de manera irregular en Bélgica y que había cometido un robo menor en 2014. Junto a su cuerpo se ha encontrado el kalashnikov con el que disparaba y un libro sobre salafismo, a los que se suman amplia munición y una bandera del Daesh descubiertos en el registro del piso.
Tras el tiroteo, dos personas que "probablemente" se encontraban también en el inmueble se dieron a la fuga, las mismas que ahora tratan de localizar "activamente" las fuerzas de seguridad, en palabras del portavoz de la Fiscalía.
Éste informó también de que dos individuos han sido detenidos, un hombre que acudió a un hospital con la pierna rota y cuyo acompañante huyó antes de que llegara la policía al lugar, y otra persona localizada durante la noche en una investigación también en Forest.
"La implicación eventual de estas dos personas se está aún analizando, por lo que no se hará pública su identidad, y se decidirá a lo largo del día si permanecen detenidas", indicó Werts, quien se negó a responder a las preguntas de la prensa hasta que la investigación finalice.
Quedan por despejar cuestiones como si las operaciones de control están relacionadas de algún modo con la persecución de Salah Abdeslam, en búsqueda y captura desde la matanza del 13 de noviembre en París, aunque el martes este extremo fue negado.
Mientras, el Consejo de Seguridad Nacional de Bélgica se reúne para evaluar si es necesario elevar la alarma decretada en el país, que actualmente se encuentra en un nivel 3 de 4, tras haber alcanzado su máximo estado en los días posteriores a los atentados de París y bloqueado Bruselas ante el temor de nuevos ataques.