SE HA RESCATADO A NUEVE PERSONAS
Las operaciones de búsqueda y rescate continuaron durante toda la noche en torno al hotel sepultado por una avalancha el miércoles en el centro de Italia, sin que por el momento se haya informado del rescate de nuevos supervivientes.
Hasta ahora once personas han sobrevivido, nueve de ellas rescatadas tras quedar atrapadas, se han recuperado seis cadáveres y permanecen desaparecidas veinte, de acuerdo a los datos proporcionados por la delegación del Gobierno en Pescara (centro). Los que han salvado la vida son tres mujeres, cuatro hombres y cuatro niños.
En torno al hotel de la tragedia, situado en plena cordillera de los Apeninos, continuaron trabajando sin descanso y en condiciones extremas más de cien operarios, entre bomberos, militares, miembros de Cruz Roja y del Auxilio Alpino. Lo hacen con la esperanza de que alguna de las veintitrés personas que siguen desaparecidas haya logrado sobrevivir en alguna oquedad entre las ruinas como lo hicieron los que consiguieron salvar la vida.
Por ello los socorristas sondean el terreno con perros adiestrados y herramientas tecnológicas en busca de ruidos o señales bajo los metros de nieve en los que quedó sepultado el hotel. Algunos socorristas afirman a los medios que en ocasiones se escuchan ruidos, pero estos pueden ser indicio de vida o proceder del movimiento de las ruinas del hotel, aplastado por toneladas de hielo.
El responsable del Servicio de Prevención y Protección de los bomberos, Fabio Jerman, dijo en declaraciones a SkyTG24 que "la experiencia demuestra que puede haber esperanzas de vida" tras cuatro días. Explicó que este domingo las condiciones meteorológicas en la zona del alud, a 1.300 metros de altitud, son malas e impiden subir aprovisionamientos con helicóptero, por lo que deben transportarlos a pie por la montaña.
Proceden con cautela por temor a que las ruinas del hotel se hundan o que se desencadenen nuevas avalanchas en esta zona montañosa. Y es que el riesgo de alud se encuentra en el cuarto grado de una escala con cinco niveles y se cree que la avalancha que aplastó el hotel y sobre la que trabajan los equipos de rescate no está del todo asentada sobre el terreno.
Por eso, ante el temor de un nuevo corrimiento, todos los operarios que suben al hotel deben hacerlo provistos de un sistema electrónico de localización de víctimas en caso de avalanchas y debe estar registrado por la central operativa. El alud que sepultó a este hotel ubicado en plena cordillera de los Apeninos fue provocado presumiblemente por la conjunción de dos fenómenos distintos: las nevadas caídas en la zona, que no se veían desde hace décadas, y por la serie de terremotos del miércoles, cuatro de una magnitud superior a 5 en la Escala Richter. Las nevadas y los temblores han afectado a toda la región de los Abruzos, en la que una veintena de municipios permanece incomunicada por la nieve, sin luz, agua corriente o calefacción.