Islandia
Las autoridades ya han comenzado a construir una barrera de contención de entre seis a ocho metros de altura.
Islandia se encuentra en una situación crítica como consecuencia de una inminente erupción volcánica. Debido a esto ha sido declarado el estado de emergencia por parte de las autoridades pertinentes.
El pueblo de Grindavík, en el suroeste del país, sufrió unos "cambios significativos" en la concentración de magma subterráneo según las informaciones proporcionadas por la Oficina Meteorológica (IMO). Este magma se está moviendo desde Sundhnjukagigum hacia Grindavik. Debido a esto, la Policía Local y la autoridad de Protección Civil decidieron evacuar el pueblo y declarar el estado de emergencia.
La buena noticia es que, pasados los seis días de la detección de las primeras actividades, la actividad sísmica parece encontrarse estable con unos temblores de magnitud 3 en la escala de Richter.
Aun así, en tan solo 24 horas fueron registrados 1.400 terremotos y en el último registro realizado el pasado jueves, el magma se encontraba a unos 500 metros de la superficie. A su vez, el flujo de la lava se ha ralentizado, aumentándose los niveles de dióxido de azufre en la atmósfera. La IMO ha confirmado que esto es un posible indicador de una erupción próxima.
"La cantidad de magma involucrada es significativamente mayor que la que se observó en las mayores intrusiones de magma asociadas con las erupciones en Fagradalsfjall", afirmó la IMO.
A esto se suma que "en las últimas erupciones" se observó que cuando el movimiento del magma comienza a reducirse es el momento en el que "la erupción se acerca".
A estas declaraciones se sumaron las de Protección Civil, que alertaron acerca de la posibilidad de que el túnel de magma que se está formando en el subsuelo de la zona se abra.
La situación de inseguridad provocada por la alta probabilidad de una erupción potente y larga está latente enIslandia. Esta sensación se ve incrementada ante la incapacidad de pronosticar el lugar y la potencia que poseerá la erupción.
A pesar de este desconocimiento, si se tiene previsto que la erupción será de estilo fisura, es decir, que tendrán lugar grietas en el suelo que se abrirán haciendo que el magma que se encuentra debajo salga a la superficie.
Como consecuencia de la posible erupción, las autoridades han iniciado el proceso de elaboración de una barrera de contención. Esta barrera contará con una altura comprendida entre los seis y los ocho metros de altura, y estará compuesta por grava y tierra extraídas de la montaña de Stapafell.
Por último, el plazo de finalización está fechado de 30 a 40 días.
La cuenta de Seismology and Wave Physics - ETH Zürich está compartiendo una retransmisión en vivo en la que aparece la sismicidad en tiempo real.
"Gráfico en cascada de 20 segundos de datos brutos procedentes de un despliegue DAS en una fibra oscura. El interrogador se encuentra en la central geotérmica de Svartsengi y el cable llega hasta el mar, al oeste de Grindavik (véase la línea amarilla de la figura). La línea roja de la figura superior izquierda muestra la ubicación aproximada de la intrusión del dique", ha indicado la cuenta de YouTube en la descripción del vídeo.
El pasado mes de octubre, la península de Reykjanes, zona en la que está localizado el volcán Fagradalsfjall, fue sacudida por miles de temblores.
El volcán, situado a unos 40 kilómetros de Rekiavik, entró en erupción por última vez en 2021, ocasionando un período de décadas de erupciones de fisuras que afectan a toda la península. Este nuevo período sería el responsable de esta posible cuarta erupción.