TRAS EL GOLPE DE ESTADO

El Consejo para la Reforma de Tailandia rechaza el borrador para una nueva Constitución

El polémico borrador para una nueva Constitución en Tailandia tras el golpe de estado llevado a cabo por Prayuth Chan Ocha, ha sido rechazado por el Consejo para la Reforma con 135 votos en contra frente a 105 a favor. Ahora se debe designar un nuevo comité que redacte otro borrador, lo que provocará un nuevo retraso en la celebración de elecciones que estaban previstas para finales de 2015.

El rechazo mayoritario del Consejo para la Reforma de Tailandia, un comité elegido a dedo por la junta militar en el poder, del borrador para la nueva Constitución retrasa hasta 2017 el regreso del país a la democracia.

El organismo legislador, formado por 247 representantes y que tras la votación fue disuelto, rehusó el texto por 135 votos en contra, 105 a favor y 7 abstenciones. La junta militar defendió la víspera el documento al asegurar que otorgaba mayores poderes al pueblo. No obstante, varios exmilitares miembros del Consejo votaron de manera negativa.

Este nuevo escenario retrasa el periodo de transición hacia la democracia en Tailandia y concede más tiempo a la actual Gobierno militar, liderado por el general golpista Prayuth Chan-ocha, para acometer los cambios que estimen necesarios en el país.

En los próximos 30 días, el Ejecutivo creará un segundo Comité para la Redacción de la Constitución, conformado por 21 expertos, que dispondrá de 120 jornadas para presentar otro borrador de Carta Magna. El futuro boceto también necesitará de la aprobación de un grupo de legisladores y, si se estima oportuno, será sometido a referéndum popular.

De lograr la aceptación en los pasos previos, los tailandeses acudirán a las urnas para elegir gobierno democrático en 2017, según expertos locales. Sin embargo, no se puede garantizar el éxito de la segunda tentativa constitucional.

Activistas pro derechos humanos expresaron en la redes sociales su preocupación sobre lo que podría convertirse en un "círculo vicioso" que mantenga a Tailandia bajo el poder del cuerpo castrense. "El General Prayuth continuará gobernando (...) sin ninguna responsabilidad", escribió en Twitter Sunai Phasuk, investigador de Human Rights Watch.

Durante esta semana, portavoces de los dos partidos políticos más relevantes del panorama tailandés alzaron su voz en contra de la impopular y ya difunta tentativa a Carta Magna. La ex primera ministra Yingluck Shinawatra, apartada por el Tribunal Constitucional días antes de la asonada militar, instó al "no" en un comunicado previo al voto al afirmar que la Constitución destruiría la democracia y sumiría al reino en una "polarización política más profunda".

El polémico punto que permitiría "un golpe de Estado legal" según los expertos
"En el nombre de mi país, para prevenir el caos, rechazo este borrador", expresó Jeez, uno de los miembros del Consejo. Uno de los puntos más polémicos de la ya letra muerta del texto era la formación del llamado Comité para la Reconciliación y la Reforma Estratégica Nacional (NSRRC, siglas en inglés).

El NSRRC, compuesto por 23 miembros y liderado por el jefe de las Fuerzas Armadas, hubiera tenido, según el extinto documento, el poder durante cinco años de intervenir en la política tailandesa cuando fuera necesario y sin la necesidad de pedir permiso a los poderes Ejecutivo o Legislativo. Según los expertos, este artículo era visto como "un golpe de Estado legal" dentro de la propia Constitución.

La última Carta Magna, la decimonovena desde el fin de la monarquía absolutista en 1932, fue promulgada en 2007 tras el golpe de Estado militar de 2006. Dicho texto constitucional fue anulado tras una nueva toma del poder por los uniformados el 22 de mayo de 2014, que pretendía poner fin a meses de protestas contra el Gobierno democrático de Yingluck Shinawatra en las calles de Bangkok.

Desde hace una década, Tailandia vive una profunda crisis política que cada pocos años desemboca en manifestaciones callejeras.

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