Atentado Moscú
Rusia muestra su duelo por el peor ataque terrorista en el país en 20 años. El atentado ha llevado al Parlamento a plantear nuevas medidas para reforzar la seguridad.
En Moscú, las salas de cine y conciertos han echado el cierre. Los aeropuertos han multiplicado los controles y la presencia policial es visible en las calles. Rusia continúa sumida en la conmoción. Durante el día de luto, los alrededores del estadio se han llenado de flores, peluches y notas en las que se lee: "no perdonaremos".
Los ciudadanos en Moscú depositan flores en las inmediaciones del centro de eventos porque el perímetro está acordonado y patrullado por grupos caninos y miembros de la Guardia Nacional rusa. Pese a la lluvia que caía en la capital rusa, una marea de personas se acercó al lugar del atentado para rendir homenaje. También fueron creados diferentes memoriales en memoria de las víctimas de la tragedia en otras ciudades rusas. Las banderas rusas en las institucionales estatales y las embajadas rusas en el exterior ondeaban a media asta en señal de duelo.
Los servicios de rescate continúan limpiando escombros del edificio, destruido por el incendio causado por los asaltantes.
"Es un horror, todavía no puedo creérmelo, ¡había niños!", "estamos consternados y llenos de rabia. Esto nos hará más fuertes", comentan dos vecinos de la ciudad.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha participado en la conmemoración con el encendido de una vela frente a una figura de Jesucristo antes de santiguarse varias veces, según un vídeo emitido por el Kremlin.
Rabia y desesperación, es lo que sienten los que todavía no saben nada de sus familiares. Andrei necesita saber algo de su mujer y sus suegros. "Estaban en el concierto. No consigo contactar con ellos", asegura.
Todos acuden a la oficina que coordina la información sobre los desaparecidos. "Mi mujer estaba sentada en primera fila. Me envió una foto del escenario. Yo le mandé dos mensajes, el primero lo leyó, el segundo no", relata Alexander.
Según datos actualizados, la tragedia ha dejado 137 muertos y 180 heridos. Son cifras que crecen cada día porque continúan las labores de búsqueda y rescate en el lugar de los hechos. Asimismo han sido identificados 62 cuerpos y "se están realizando exámenes genéticos para establecer las identidades" de las otras víctimas.
Gracias a los bomberos vemos el interior de la zona cero. Un escenario de devastación donde los perros de rescate buscan cualquier esperanza de vida. Según retiran los escombros, sale a la luz la magnitud del ataque. Una superviviente recuerda, "empecé a ver gente caer por los disparos. Entré en pánico pero encontré un lugar donde esconderme".
Las donaciones de sangre masivas son una muestra de la ola de solidaridad ante la peor pesadilla de Rusia en las últimas dos décadas. Un total de 11 personas han sido detenidas en conexión con el atentado, entre ellas los cuatro presuntos autores materiales del tiroteo.
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