Menores desaparecidos
La pequeña desapareció el pasado 26 de marzo y los sospechosos, aunque confesaron haberla matado, se negaron a revelar dónde habían ocultado el cuerpo.
Danka Ilic, una niña de apenas dos años, desapareció el pasado 26 de marzo en la localidad de Bor, en Serbia. Los padres de la menor perdieron su pista y, aunque mantuvieron la esperanza de encontrarla con vida en todo momento, finalmente se ha confirmado que la pequeña fue asesinada.
Así lo ha comunicado la asociación SOS Desaparecidos a través de su cuenta en la red social X, donde ha publicado el siguiente mensaje: "Nos llegan terribles noticias. Hay dos personas detenidas por su desaparición y asesinato. Se está buscando su cuerpo en varias zonas", han lamentado en relación a Danka. Una noticia que ya había adelantado el propio presidente serbio Aleksandar Vucic, que calificó a esos dos sospechosos que han sido arrestados como "monstruos".
El suceso se remonta a la tarde del pasado 26 de marzo, momento en el que Danka estaba junto a su madre jugando en un parque infantil de Bor. Fue ahí donde desapareció la pequeña, por lo que la familia comenzó su búsqueda.
Según los informes locales, Danka murió después de ser atropellada por un automóvil y su cuerpo fue abandonado en otro lugar por las personas que iban en el vehículo. Aunque la menor todavía no ha sido hallada, las autoridades arrestaron a dos sospechosos, identificados como Dejan D. y Srdjan J., empleados de una compañía de servicios públicos local, en relación con el asesinato de la niña. Ambos confesaron haber matado a la pequeña, pero se negaron a revelar dónde habían ocultado su cuerpo.
También fueron arrestados el hermano y el padre de uno de los sospechosos, acusados de ayudar a deshacerse del cuerpo de Danka. Sin embargo, durante el interrogatorio del hermano, identificado como D.D., este falleció repentinamente de un presunto ataque al corazón, según informes de los medios locales.
Las autoridades han declarado que el hombre llevaba 48 horas bajo custodia policial cuando ocurrió el incidente. Aunque los agentes y los médicos actuaron con rapidez, no pudieron salvar su vida. Un informe forense determinó que la causa de la muerte fue natural.
En un primer momento, los detenidos confesaron que habían arrojado los restos mortales de la pequeña a un vertedero. No obstante, la Policía duda de esta información, ya que les consta que los dos presuntos cómplices ayudaron a trasladar el cuerpo desde el vertedero a otro lugar desconocido, posiblemente el 28 de marzo. La Policía mantiene activa la investigación y ha llevado a cabo búsquedas en residencias de amigos y familiares de los sospechosos.
Un suceso, el de la desaparición y muerte de la pequeña Danka, que no solo ha conmocionado a la nación Serbia, sino que también ha generado una intensa atención mediática en varios países de Europa, como Francia, Reino Unido o Italia.
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