SEGÚN LA ONU
El conflicto en el noreste de Nigeria por la presencia del grupo terrorista Boko Haram se ha cobrado la vida de casi 4.000 niños en tres años, según ha denunciado la representante especial de la ONU para Niños y Conflicto Armado, Virginia Gamba, que ha precisado que en este periodo se ha verificado el reclutamiento y uso de 1.650 menores.
El primer informe sobre niños y conflicto armado en Nigeria documenta el impacto en los menores del grave deterioro de la seguridad y la situación humanitaria en el país entre enero de 2013 y diciembre de 2016, según ha informado Naciones Unidas en un comunicado.
Durante estos tres años, los ataques de Boko Haram contra comunidades y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad dejaron al menos 3.900 niños muertos y 7.300 más mutilados. De acuerdo con el informe, los atentados suicidas han sido la segunda causa de muerte entre los niños, con más de un millar de muertos y 2.100 heridos.
Además, la ONU ha verificado el reclutamiento y uso de 1.650 niños, si bien las estimaciones apuntan a que miles más podrían haber sido reclutados y usados por Boko Haram desde 2009, cuando el grupo lanzó su insurgencia con vistas a instaurar la 'sharia' en el país. En este sentido, ha precisado que ha recogido relatos creíbles de niños de hasta 4 años asociados con el grupo.
Los testimonios de niños a los que ha liberado de Boko Haram apuntan que, aunque muchos fueron secuestrados, otros se unieron al grupo por incentivos financieros, presiones de otros menores, lazos familiares y por motivos ideológicos. En algunos casos, fueron los propios padres quienes entregaron a sus hijos a los milicianos para conseguir garantías de seguridad o un beneficio económico.
Los menores, según el informe, fueron usados directamente en las hostilidades, para colocar artefactos explosivos, para quemar escuelas y casas y en otros roles de apoyo. A partir de 2014, los menores, especialmente las niñas, fueron usados para cometer atentados suicidas. En este sentido, la ONU ha podido verificar el uso de 90 menores para este tipo de atentados en Nigeria, Camerún, Chad y Níger, la mayoría niñas.
Uno de los principales objetivos de Boko Haram han sido las escuelas y, según la ONU, han destruido unas 1.500 desde 2014, con al menos 1.280 víctimas entre profesores y estudiantes. En algunos casos, los ataques tuvieron como objetivo el secuestro de menores: al menos 4.000 fueron secuestrados durante los tres años, incluidas las 276 niñas de Chibok raptadas en 2014.
Asimismo, Naciones Unidas ha podido documentar 217 incidentes de violencia sexual que han afectado a menores, si bien se trata de un problema difícil de documentar y se cree que serían miles las mujeres y niñas que habrían sido violadas. Además, muchas de ellas fueron obligadas a casarse y a convertirse al islam.
"Con tácticas que incluyen el reclutamiento generalizado y el uso, secuestros, violencia sexual, ataques contra escuelas y un creciente uso de niños en los llamados ataques 'suicidas', Boko Haram ha infligido un horror inenarrable a los niños del noreste de Nigeria y los países vecinos", ha denunciado Gamba.