SIGUIÓ EN SU PUESTO HASTA QUE NO PUDO MÁS
Una conductora de autobús china sufrió un infarto mientras conducía, pero en un alarde de profesionalidad pero también poniendo en riesgo la vida de los viajeros, la mujer continuó al volante con evidentes signos de dolor, hasta que no pudo más.
Entoncés, sin perder la calma, invitó a los pasajeros a bajarse y a esperar otro autobús. Los ocupantes del autocar avisaron a los servicios de emergencia y la mujer ya se recupera en el hospital.