EN REINO UNIDO
El tribunal de Birmingham ha condenado a Simon Bramhall, un cirujano británico, a pagar una multa de 11.230 euros y a un año de trabajos comunitarios por grabar sus iniciales con láser en el hígado de dos pacientes a los que operó para un trasplante.
"Las operaciones fueron largas y difíciles. Admito que en ambas estaba cansado y estresado y que eso podría afectar a su juicio. Sin embargo, su conducta proviene de una arrogancia profesional de tal magnitud que limita con un comportamiento criminal", señalaba el juez Paul Farrer. "Abusasó de su poder y traicionó la confianza que estos pacientes habían depositado en usted", prosiguió.
Simon Bramhall se declaró culpable de dos cargos de agresión por escribir sus iniciales 'SB' en el hígado de dos pacientes bajo anestesia y sin su consentimiento durante dos operaciones que se llevaron a cabo en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham en el año 2013. Para ello utilizó un láser de gas, un instrumento utilizado en cirugía para prevenir la hemorragia.
Las iniciales fueron descubiertas durante una operación de seguimiento a una de las víctimas, según recogen medios británicos.
"Este es un caso inusual y complejo", señaló el fiscal Tony Badenoch en la audiencia, donde indicó que era "un caso sin precedentes en el derecho penal". "La declaración de culpabilidad es una aceptación de que lo que hizo no solo no era ético, sino que también era punible penalmente", agregó Badenoch, quien aseguró que sus acciones fueron "deliberadas y conscientes".
Desde el hospital han querido tranquilizar a las víctimas asegurando que el hecho de que el médico grabara sus iniciales no ha afectado a su salud.