CONVIVIÓ 120 DÍAS RODEADO DE HUMO
El Tribunal Administrativo de Calvados, en el noroeste de Francia, se pronunció en favor de un exrecluso que denunció al Estado francés por permitir que sus compañeros de celda fumaran en la cárcel mientras el demandante cumplía su condena.
El Estado tendrá que pagar 1.200 euros por daños y perjuicios al expresidiario, un francés de 36 años, que llevó su queja a los tribunales una vez cumplida su condena en la prisión de Coutances, al comienzo de 2015.
Allí tuvo que convivir durante 120 días, entre diciembre de 2013 y abril de 2014, en celdas de poco más de 20 metros cuadrados que compartía con entre cuatro y seis reclusos, todos fumadores, y en la que solo había una ventana de apenas 80 centímetros.
Según el tribunal, la condena "no se desarrolló en las condiciones de salubridad requeridas por la Convención Europea de Derechos Humanos" y el Estado tendrá que indemnizar al antiguo reo con el equivalente a 200 paquetes de cigarrillos.