Italia
Una mujer ha sido condenada a cuatro años de cárcel en Italia después de probarse que durante nueve meses estuvo echando ansiolíticos en el cappuccino de una compañera de trabajo, con el objetivo de que cometiera errores y fuera despedida.
La condenada, como explica el diario 'La Repubblica', los hechos ocurrieron entre octubre de 2017 y junio de 2018 en una agencia de seguros situada en Bra, a unos 60 kilómetros al sur de Turín.
La mujer condenada echaba ansiolíticos en el cappuccino de su compañera de trabajo, que sufría somnolencia, lentitud de reflejos y otra serie de dolencias que los expertos consultados durante la investigación achacaron a la ingesta masiva de estas sustancias.
Un juicio rápido celebrado en Asti, en el Piamonte italiano, ha condenado a Mariangela Cerrato, de 53 años, a cuatro años de prisión la trabajadora por estos hechos.
"La droga induce fatiga, dolores de cabeza, mareos y dolores musculares y el ritmo de trabajo de mi clienta se desaceleró después de que bebió el capuchino", explicó Cristiano Burdese, abogado de la víctima, al diario 'La Stampa'.
La victima acudió al médico y no lograron descubrir lo que le ocurría. pero ella comenzó a sospechar de que podía tener relación con el café, ya que los días que no iba a trabajar se sentía bien y no tenía los síntomas antes descritos y que estaban provocados por los ansiolíticos que le echaba su compañera de trabajo todas las mañanas.
Mariangela Cerrato, como logró descubrir la policía, estuvo echando benzodiazepina en polvo en el capuchino de su compañera durante nueve meses.