ADMINISTRABA HEPARINA
Italia ha condenado a la enfermera Fausta Bonino, de 57 años, a cadena perpetua por acabar con la vida de cuatro de sus pacientes entre enero de 2014 y septiembre de 2015 administrándoles grandes dosis de un medicamento no recetado, un anticoagulante con heparina.
Esta enfermera fue arrestada hace tres años por su supuesta implicación en las muertes de varios pacientes que estaban bajo su cuidado. "No es justo, no hice nada", ha dicho Bonino tras echarse a llorar después de conocer el veredicto. La acusada acudió al tribunal acompañada por su marido y uno de sus hijos.
Mientras, su abogada, Cesarina Barghini ha anunciado que apelaría esta decisión. Por el momento, según han informado varios medios locales, la acusada no irá a la cárcel. Bornino fue acusada de matar a diez personas en una unidad de cuidados intensivos de un hospital de Piombino, en Florencia.
Sin embargo, la presencia de heparina, un medicamento que no debe administrarse a determinados pacientes, sólo apareció en la autopsia de cuatro pacientes, todos mayores de 60 años, según recoge el diario 'Firenze Repubblica" por lo que finalmente solo ha sido juzgada por la muerte de estas cuatro personas.
La droga se ha usado en casos similares en hospitales, como en el caso del enfermero checo Petr Zelanka. En 2008, fue condenado también a cadena perpetua por asesinar a siete pacientes e intentar matar a otro.