CONSIDERARON INCURABLE SU ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
La ley holandesa ha permitido a una mujer, víctima de abusos sexuales cuando era niña, acabar con su vida mediante eutanasia al considerar que nunca podría vivir con ese sufrimiento. La joven había sido víctima de abuso sexual desde los cinco años hasta los quince, lo que le provocó un fuerte desorden mental.
A pesar de recibir terapia psiquíatrica intesiva durante dos años, el informe refleja que la mujer sufría anorexia severa, depresión crónica, tendencias suicidas, alucinaciones y respondía a síntomas de trastorno obsesivo compulsivo, según cuenta el 'Daily Mail'.
La mujer solicitó la eutanasia insistentemente y, finalmente, agradeció a los médicos que determinasen como "incurable" su estado de depresión y poder acabar con su vida mediante la inyección letal.