'Brexit'
La salida efectiva del Reino Unido de la Unión Europea, que se consumará finalmente en la medianoche de este 31 de enero, genera inquietud e interrogantes en España, donde no se pueden medir totalmente las consecuencias en empresas y ciudadanos.
España mantiene, junto con Irlanda, una de las dos fronteras terrestres con el Reino Unido (la de Gibraltar) y un elevado nivel de turistas y ciudadanos de ambos países que residen en el otro, y todo ello hace que las implicaciones bilaterales del 'brexit' sean muy importantes. Con el fin de conocer las prioridades españolas para la negociación de la relación futura con el Reino Unido viajó a Madrid el negociador principal de la UE, Miguel Barnier, que mantuvo reuniones con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y varios miembros del Ejecutivo. Tras el encuentro, el Gobierno español recordó en un comunicado que es partidario de establecer una relación lo más estrecha posible, preservando la integridad del mercado interior, la autonomía de decisión de la UE y un marco regulatorio equiparable, y que las materias prioritarias para España, de cara a la negociación futura, son la pesca, la agricultura y los servicios.
Derechos de circulación y residencia sin definir
El futuro de la libre circulación de personas y de trabajadores es lo que más preocupa. En el Reino Unido viven unos 180.000 españoles que dudan sobre si las autoridades británicas respetarán, y cómo, los derechos de residencia adquiridos. Y también preocupa cómo podrán acceder españoles y comunitarios en general al mercado de trabajo británico, un país que tradicionalmente absorbe inmigración. Por otra parte, se calcula que en España residen cerca de 300.000 británicos (235.000 registrados oficialmente), la mayoría en zonas costeras del Mediterráneo.
Muchos de ellos son jubilados que buscan pasar sus últimos años al abrigo del sol y del buen tiempo. Pero también hay entre ellos profesionales asentados en España, algunos de los cuales trabajan a distancia para empresas británicas, con viajes periódicos en aerolíneas de bajo coste a sus sedes corporativas. Para todos es clave el mantenimiento de su estatus legal como residentes y el cobro de las pensiones de jubilación.
No obstante, el acuerdo de salida británica de la UE "no incluye derechos clave" para los británicos que viven en España, como los de libre circulación o de ofrecer servicios profesionales en la nueva Unión Europea, lamenta EuroCitizens, una asociación de británicos residentes en España
¿Cómo afectará el 'Brexit' al comercio y el turismo?
Las empresas, grandes y pequeñas, están muy preocupadas por el impacto en el comercio, sobre todo los trámites aduaneros, y las finanzas, pero también en cuestiones legales como la protección de marcas o los derechos de propiedad intelectual. Un ejemplo es el Banco Santander, la mayor entidad financiera de España y de la zona euro, que tiene una importante filial británica. "No sabemos las condiciones (finales) de salida, pero nos hemos preparado para cualquier eventualidad", declaró este miércoles la presidenta del banco, Ana Botín.
Las ventas de productos españoles a Reino Unido han caído considerablemente desde que, en 2016, los británicos votaron a favor de abandonar la Unión Europea. Sin embargo, el comercio bilateral de bienes sumó 30.500 millones de euros en 2018, con un incremento anual del 2,8 % y un superávit a favor de España de 7.528 millones de euros.
El turismo es un asunto clave para España. Millones de turistas británicos visitan el país cada año, con un impacto económico aproximado en este país de unos 13.300 millones de euros, según cifras oficiales del Gobierno británico. El mantenimiento de ese flujo turístico es fundamental para amplias zonas turísticas españolas, que temen que parte de ese movimiento se desvíe a países mediterráneos de turismo de bajo coste.
La atención sanitaria en suelo español a ciudadanos británicos (sean turistas o residentes) y su compensación (en España la sanidad pública es gratuita) es otro asunto a definir.