Kevin Spacey
El actor, acusado de doce cargos, compareció el pasado miércoles en un tribunal de Londres.
El proceso judicial contra Kevin Spacey arrancó la mañana del miércoles con una breve vista en la que el actor estadounidense se declaró inocente de todos los cargos de los que se le acusa.
La audiencia se celebró en el tribunal de Southwark. En ella, el juez Mark Wall determinó que la exposición de los argumentos del caso no comenzará hasta el próximo viernes y que previsiblemente se alargará cuatro semanas.
El ganador de dos premios Óscar -por 'American Beauty' y 'Sospechosos habituales'- llegó a su cita judicial con semblante relajado y negó rotundamente todos los cargos que afronta: los de agresión sexual, los de agresión indecente y el de ocasionar que una persona se involucre en actividad sexual sin consentimiento. Todos ellos entre 2001 y 2013.
La primera vez que el reconocido actor fue investigado por la Fiscalía Británica fue en mayo de 2022. En esa ocasión, Spacey fue acusado de cinco agresiones supuestamente cometidas entre los años 2005 y 2013: cuatro de ellas en Londres y una en Gloucestershire (en el oeste de Inglaterra).
El pasado noviembre la Fiscalía añadió otros siete casos más, entre los que se incluyen agresiones sexuales contra un hombre entre 2001 y 2004.
En la audiencia de este miércoles, el magistrado advirtió a los miembros del jurado que la amplia cobertura mediática del tema y la fama del acusado no debían "influir" en sus valoraciones. "Muchos de ustedes conocen su nombre o han visto sus películas. Eso no les descalifica para estar sentados como parte de este jurado", ha indicado Wall.
Durante una vista preliminar celebrada el pasado mes de junio ante la Corte de Magistrados de Westminster de Londres, el abogado del actor, Patrick Gibbs, declaró que su cliente "niega categóricamente cualquier y toda criminalidad en este caso".
Además, el letrado señaló que la intención del actor protagonista de 'The usual suspects' es "establecer su inocencia" y "seguir con su vida en Reino Unido".
En el ambiente generado por el movimiento 'Me Too', que en 2017 llevó a una serie de denuncias de abusos sexuales por actrices, comenzaron a aparecer las denuncias contra Spacey, tanto en Inglaterra como en Estados Unidos.
Esto supuso el colapso de su carrera. Se suspendió la producción por parte de Netflix de 'House of Cards', serie que protagonizaba. Reconoció públicamente su homosexualidad e ingresó en un centro de rehabilitación con el propósito de curar su adicción al sexo, según informaron sus portavoces. Poco a poco, ha sido integrado de nuevo en producciones cinematográficas.