OBLIGADOS A DESPLAZARSE POR LOS CAMBATES
Desde Ginebra, el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, ha indicado que los residentes en las localidades fronterizas de Heglig y Talodi, así como en otras ubicadas en el estado de Kordofán del Sur, en Sudán, se han visto desplazados por los combates que, ha subrayado, amenazan también la seguridad de los refugiados.
Edwards ha apuntado que se ha registrado un incremento del número de sudaneses que han cruzado la frontera hacia Sudán del Sur, algunos de ellos, "gravemente desnutridos". En Yida, por ejemplo, se han producido más de 1.300 llegadas en los últimos cuatro días y la media de llegadas se ha multiplicado desde el mes de febrero.
Por ello, Edwards ha instado a ambos gobiernos a "hacer lo que puedan para evitar el desplazamiento forzoso de civiles", al tiempo que ha anunciado que las agencias de ayuda humanitaria seguirán asistiendo a unos 20.000 refugiados en la región.
Por su parte, la representante especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para Niños en Conflictos Armados, Radhika Coomaraswamy, ha denunciado la muerte de un gran número de niños a causa de los combates fronterizos.
"Dos niños de 14 años de edad murieron y resultaron heridos durante los bombardeos aéreos contra el mercado de Rubkona, en el estado de Unidad", ha dicho, desde la sede de la organización internacional, en Nueva York.
Además, Coomaraswamy ha recordado que las muertes y las mutilaciones en niños provocadas por los bombardeos "son graves violaciones del Derecho Humanitario".
Así, ha instado a las Fuerzas Armadas Sudanesas a "cesar inmediatamente estos ataques indiscriminados" y a ambos países a "evitar cualquier confrontación en un esfuerzo para evitar más sufrimiento a los civiles inocentes".