Morgue
Ecuador no solo tiene una alta tasa de criminalidad, 47 homicidios por cada 100.000 habitantes, sino que ahora Guayaquil, una de las ciudades más violentas del país, tiene colapsada su morgue. Numerosos cuerpos se encuentran en descomposición en el depósito de cadáveres.
Algunas personas llevan hasta dos meses a la espera de que les puedan entregar los restos mortales de sus familiares, según denunciaron a medios locales desde los exteriores de la morgue, donde reportan malos olores procedentes de la putrefacción de los cuerpos acumulados en el contenedor averiado.
Según algunas fuentes, habría más de 200 cadáveres. Desde el aire se puede apreciar que uno de los contenedores frigoríficos tiene las puertas abiertas y trabajadores de la morgue equipados con trajes de seguridad realizan labores de desinfección y trasladan bolsas, entre otras tareas, bajo el intenso calor característico de Guayaquil, que ronda los 30 grados.
Hace seis meses, uno de los contenedores que alojaba los cadáveres dejó de funcionar, y los cuerpos fueron trasladados al único que seguía operativo. Ahora, este espacio se ha sobrecargado y los cadáveres ya no caben.
En lo que va de año se registran más de 1.300 crímenes en Guayaquil, pero hasta esos laboratorios llegan los de lugares cercanos. Cuando el forense acaba la autopsia, los cadáveres se guardan individualmente en una cámara frigorífica, que tiene la capacidad para almacenar 15 cuerpos, y ahí esperan hasta que los familiares los retiren.
Sin embargo, las matanzas en las cárceles registradas hace unos meses hicieron que se a acumularan partes de cuerpos humanos calcinados en las instalaciones de la morgue sin poder ser identificados. Y en lugar de guardar un solo cadáver, se hacinan dos o hasta tres cuerpos en cada cámara.
Los cadáveres han seguido acumulándose con el aumento de la violencia. El estado de descomposición de muchos está tan avanzado que no se pueden obtener huellas dactilares. Para determinar su identidad se necesita de perfiles genéticos y de un familiar para compararlos. Pero como muchos no han sido reclamados por nadie, los cuerpos no identificados comenzaron a llenar dos contenedores de 12 metros cada uno, los mismos que se habilitaron provisionalmente para conservar los cadáveres por Covid-19 en los primeros meses de la pandemia.
Sólo cuatro forenses trabajan en un centro al que llegan cada día decenas de cadáveres. Deben atender más de 15 cadáveres en una jornada, cuando los protocolos estiman que para realizar su trabajo adecuadamente deben dedicarle al menos tres horas a cada uno.
En estas condiciones, tienen que realizar sus informes en media hora por cadáver. La Gobernación de la Provincia del Guayas, responsable del centro de medicina legal, ha emitido un comunicado en el que afirma que "el colapso ha quedado resuelto al reparar la unidad de refrigeración que se encontraba averiada". También afirman estar en gestiones para comprar una nueva cámara.
Según un comunicado del gobierno de hace cinco horas, ya está solucionado.
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