ACEPTÓ SOBORNOS DE 3,5 MILLONES DE EUROS
Un tribunal chino ha condenado este miércoles a cadena perpetua al exsubdirector de la principal agencia de planificación de China, en un escándalo de sobornos que expuso un nuevo caso de corrupción en los más altos niveles del Gobierno.
La sentencia, dictada por un tribunal en las afueras de Pekín, viene tras la caída en desgracia de Liu Tienan, quien fue despedido el año pasado como subdirector de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC), una posición que tiene el estatus de nivel ministerial.
Liu fue el primer funcionario de nivel ministerial en hacer frente una investigación después de que el presidente, Xi Jinping, fuera nombrado jefe del Partido Comunista (PCCh) a finales del 2012 y pusiera en marcha la campaña contra la corrupción más agresiva que el país ha visto en décadas.
Xi se ha comprometido a remover a los "tigres" de alto rango y las "moscas" de bajo nivel en su lucha contra un problema generalizado, argumentando que la corrupción podría amenazar al Gobierno del PCCh.
El juicio de Liu ofreció una muestra inusual de la cantidad de poder que concentran los funcionarios de alto rango, especialmente dentro de la NDRC. La agencia establece las políticas para las industrias estratégicas, aprueba las grandes inversiones, fusiones y adquisiciones, y tiene la autoridad para influir en los precios de distintos artículos, desde bebidas alcohólicas a la gasolina.
El juez que presidió el tribunal de la localidad de Langfang, en la provincia de Hebei, dijo que Liu había "violado la integridad de los deberes de los trabajadores de la nación".
Liu, de 60 años, se declaró en septiembre culpable de varios hechos de corrupción que implicaron a distintas empresas, entre ellas un proyecto conjunto de Toyota Motor Corp.
La fiscalía había acusado Liu y su hijo, Liu Decheng, de haber aceptado 35,6 millones de yuanes (unos 4,6 millones de euros) en sobornos relacionados con varias compañías. La televisión estatal mostró a Liu romper a llorar mientras se disculpaba por sus crímenes en su declaración ante el tribunal.
Bajo la ley china, los condenados por corrupción se enfrentan a la pena de muerte, si bien el fiscal dijo en una opinión en septiembre que Liu había cooperado en la entrega de pruebas a los investigadores.