habrá más de 830 marchas por todo EEUU
Cerca de medio millón de adolescentes y adultos se congregarán este sábado en Washington en la mayor marcha contra las armas en la historia de Estados Unidos.
El evento, llamado 'Marcha por Nuestras vidas', surgió como una reacción espontánea a la masacre que se produjo el pasado 14 de febrero, cuando 17 personas perdieron la vida en un tiroteo en una escuela de Florida.
Esta tragedia conmocionó a los estadounidenses y enfadó a muchos de ellos, llevando a la juventud a protestar por las armas. Una iniciativa que obtuvo muchos apoyos, entre ellos de celebridades como George Clooney, Pprah Winfrey o Steven Spielberg y del actor Bill Murray, que comparó esta movilización con la surgida en los años 60 contra la guerra de Vietnam.
Tras la marcha, algunos de los jóvenes que sobrevivieron a la matanza del instituto de Parkland, tomarán la palabra. "Esta marcha no se llevaría a cabo de no ser por el tiroteo en mi escuela, así que será un momento difícil", explicaba Carlos Rodríguez, uno de los estudiantes que vivió la tragedia. "Pero me siento orgulloso de ser uno de los alumnos que inició este movimiento", añade.
Las redes sociales también se han hecho eco de este movimiento con una marea de mensajes con las palabras #Basta o #NeverAgain (nunca más).
Según la página web de la organización, este sábado se realizarán más de 830 marchas por todo Estados Unidos para pedir el cese del uso de las armas.
Parkland, ciudad clave en esta marcha
La ciudad de Parkland, escenario de la reciente matanza a tiros de 17 personas en una escuela, se unirá este sábado a la Marcha por Nuestras Vidas de Washington con una caminata de miles de personas, incluidos supervivientes y familiares de víctimas, para pedir restricciones a la venta de armas.La caminata de dos millas (3,2 km) culminará frente a la escuela de enseñanza secundaria Marjory Stoneman Douglas (MSD), donde el pasado 14 de febrero el exalumno, Nikolas Cruz, de 19 años, mató a 14 estudiantes y tres profesores con un fusil de asalto.
Medios locales indican que los organizadores esperan que unas 30.000 secunden la convocatoria para oponerse a la "violencia de las armas" y defender "nuestro derecho a vivir".
Los organizadores de la marcha de la ciudad floridana, situada a 73 km al norte de Miami, empezaron este jueves a colocar barricadas en los lugares por los que pasarán los manifestantes con el fin de protegerlos. "Queremos que esto salga de la mejor manera posible", dijo Casey Sherman, de la organización de la marcha, a los medios locales.
Las marchas de este sábado son organizadas por el movimiento #NeverAgain (#NuncaMás), surgido en Parkland a los pocos días de ocurrido el tiroteo y ya extendido por todo el país, y por el grupo Everytown for Gun Safety (Cada ciudad por la seguridad armamentística).
La principal marcha tendrá lugar en Washington, donde habrá una representación de estudiantes y profesores de la MSD. En la página oficial de la marcha de Parkland se informa de las medidas de seguridad que rodearán el recorrido y se recalca que "no se permitirán armas, munición, pirotecnia, armas eléctricas, mazas, artilugios de artes marciales, palos y navajas de ningún tamaño".
Tras la matanza del 14 de febrero, Parkland, una ciudad tranquila y residencial, ha vivido de susto en susto. Esta semana la policía detuvo al hermano menor de Nikolas Cruz, Zachary Cruz, de 18 años, por entrar ilegalmente en la escuela Stonenan Douglas a pesar de que se le había prohibido expresamente que lo hiciera, y además detuvo a dos estudiantes por portar armas blancas.
El gobernador de Florida, Rick Scott, dispuso una vigilancia especial en la escuela tras esos sucesos, a cargo de ocho agentes de la policía de carreteras del estado. A raíz de lo ocurrido en Parkland, el legislativo de Florida aprobó una ley que incrementa la edad mínima para comprar armas en el estado de 18 a 21 años e impone un período de espera de tres días para la mayoría de las compras de armas de largo alcance. La ley no incluye, sin embargo, la prohibición de venta de fusiles de asalto reclamada por numerosos alumnos y padres de las víctimas, como también por congresistas demócratas de Florida.