Lady Di
Monsef Dahman fue el cirujano que atendió a la princesa Diana de Gales las últimas horas antes de morir tras sufrir un accidente de tráfico.
A punto de cumplir 24 años de la muerte de la princesa Diana de Gales o Lady Di. Después de tantos años, su recuerdo continúa vivo. Su fallecimiento a causa de un accidente de tráfico levantó todo tipo de especulaciones.
Ahora, dos décadas después, habla el cirujano que la atendió aquella noche de 1997 y cuenta cómo fueron sus últimas horas de vida.
Monsef Dahman nunca había hablado con un periodista sobre aquello que vivió la madrugada del 31 de agosto de 1997. Una joven había llegado al hospital en estado grave. Aquello le marcó de por vida. "La idea de que has perdido a una persona importante, por la que te preocupabas personalmente, te marca de por vida", confiesa.
Reconstruir las últimas horas
La decisión de Dahman de hablar sobre las últimas horas de vida de Lady Di surge en el marco de una investigación por parte del 'Daily Mail'. El objetivo es reconstruir los hechos en torno a la muerte de la princesa. También para finalizar con las teorías de conspiración que afirman que la muerte de Lady Di fue un complot.
En aquel momento, era un joven cirujano que trabajaba en el hospital Pitié-Salpêtrière en París. Recuerda que "estas descansando en la sala de servicio cuando recibí una llamada de Bueno Riou, el anestesista principal de servicio, diciéndome que fuera a la sala de emergencias. No me dijeron que era Lady Di, solo que había habido un accidente grave que involucró a una mujer joven".
Solo podía significar que el caso era particularmente serio
El cirujano aclara que cuando recibió la llamada de "ese colega de alto nivel, solo podía significar que el caso era particularmente serio". Cuando se le dijo quien era la paciente, asegura que "solo necesité ese momento para comprender toda esa actividad inusual. Para cualquier médico, cualquier cirujano, es de gran importancia enfrentarse a una mujer tan joven que se encuentra en esas condiciones. Pero, por supuesto, más aún si es una princesa".
La radiografía realizada en el momento mostró que sufría una "hemorragia interna muy grave", para la que se le practicó un drenaje torácico. Sin embargo, la hemorragia continúa y la princesa tuvo que seguir recibiendo transfusiones de sangre en la sala de emergencias.
Deciden intervenirla
A las 2:15 horas, 10 minutos después, sufrió un paro cardíaco, por lo que los médicos decidieron intervenir. Dahman comenzó un procedimiento quirúrgico en la sala de emergencias. "Hice este procedimiento para permitirle respirar. Su corazón no podía funcionar correctamente porque le faltaba sangre", cuenta.
Su corazón no podía funcionar correctamente porque le faltaba sangre
Tras la intervención, Monsef Dahman descubrió que Diana de Gales había sufrido un desgarro en su pericardio, que protege el corazón. Se sumó el cirujano cardíaco AlainPavie, a quien habían sacado de la cama.
La princesa fue trasladada a un quirófano debido a que su corazón había dejado de latir. Sin embargo, Pavie descubrió una herida grave: un desgarro en la vena pulmonar superior izquierda en el punto de contacto con el corazón.
El corazón de la princesa no conseguía latir
Alain Pavie suturó la lesión, pero el corazón de Lady Di dejó de latir. "Pavie suturó la lesión, pero el corazón de la princesa no conseguía latir. "Probamos descargas eléctricas varias veces y, como había hecho en la sala de emergencias, masaje cardíaco", explica Dahman.
"No pudimos salvarla"
"El profesor Riou le había administrado adrenalina. Pero no pudimos hacer que su corazón volviera a latir", añade. Dahman recuerda los esfuerzos que hicieron aquella noche por salvarle la vida. "Luchamos duro, lo intentamos mucho, realmente muchísimo. Francamente, cuando estás trabajando en esas condiciones, no notas el paso del tiempo. Lo único importante es que hagamos todo lo posible por esta joven", explica.
Al final, nada se pudo hacer por la vida de la princesa. A las 4:00 horas el equipo de médicos determinó que no se podía hacer más por revivir a la paciente. "No pudimos salvarla y eso nos afectó mucho", lamenta.
No pudimos salvarla y eso nos afectó mucho
Por último, Monsef Dahman recuerda los intentos por parte de algunos medios de comunicación por acceder a la información dentro del hospital. "Pitié-Salpêtrière es un hospital público", explica. "Vimos gente disfrazándose (como personal médico), empujando carritos, tratando de obtener información", cuenta sobre aquel día.