EN NUEVA YORK ESTÁN PERMITIDOS LOS VIENTRES DE ALQUILER
Cuando Elle Cynthia Jordan nazca alguien tendrá que explicarle que la que le dio a luz no fue su madre sino su abuela. Los vientres de alquiler en Estados Unidos son algo "habitual" aunque el tema siempre se trate con cuidado, confidencialidad y reservas. La pequeña niña, de escasos días, ya tiene una buena historia que contar.
Emily y Mike Jordan, hace dos años, se vieron obligados a tomar una decisión de las que dejan huella en la memoria, y en el alma. Cuando aún no había cumplido los 30, a Emily le diagnosticaron un cáncer de cuello uterino. Y le confirmaron su embarazo poco antes de someterse a una histerectomía (extirpación del útero). La pareja decidió continuar con la intervención quirúrgica. Esto no sólo significaba perder al niño, sino que también suponía renunciar a cualquier posibilidad de tener sus propios hijos. "Soy incapaz de describir cómo te sientes después de saber que padeces un cáncer y de ser consciente de que tu única posibilidad es la de renunciar a quedarte embarazada",declara Emily. Su madre, Cindy, entró entonces en escena. Ofreció su vientre. De entrada, el matrimonio respondió con escepticismo. "No pensamos que fuera una opción realista".
Sostienen que a Cindy Reutzel todo esto le resultaba desconocido o, simplemente, le sonaba a algo muy lejano. Sin embargo, nada más saber que los médicos habían logrado mantener intactos los ovarios de Emily, de inmediato se ofreció a incubar a su nieto dentro de su vientre.
Cindy Reutzel era una mujer en buen estado físico, sin problema alguno de salud. Le sometieron a un estudio psicológico y a un proceso de evaluación y tratamiento hormonal para preparar su cuerpo. Al concluir este proceso, la doctora Helen Kim, directora del programa de fecundación in vitro del hospital de la Universidad de Chicago, se encargó personalmente de implantar en el útero de Cindy el embrión creado con un óvulo de Emily fecundado por un espermatozoide de Mike. "Me rompía el corazón que no pudieran tener hijos", confiesa la abuela y madre. Al ver el bombo, la gente le preguntaba por el niño. Les respondía que llevaba a su nieto, por lo que se entiende el desconcierto que provocaba.
El físico de la abuela ha respondido, se ha recuperado de la cesárea, la forma en que dio a luz a Emily y a su hermano mayor, aunque eso ocurrió hace tres décadas. Y Elle ha llegado hermosa. "Lo volvería a hacer", asegura. "Miró a la niña y miró sus caras y es más de lo que yo imaginaba que podía hacer por ellos".