EN UN PUEBLO DE TURQUÍA
Cientos de villas construidas en filas impecables, de un estilo que evoca a los castillos de Disney, se encuentran en Mudurnu, un pueblo del noroeste de Turquía. Estos edificios estaban destinados a compradores extranjeros ricos pero resulta que están vacíos y no tienen nada del cuento de hadas que se imaginaron los inversores.
El ambicioso proyecto está sufriendo la peor parte de la caída de la construcción en Turquía, un sector clave para la economía del país. Después de un largo período de crecimiento, se contrajo un 1,1% entre el segundo y el tercer trimestre de 2018 y muchos economistas están ahora recesión.
Mudurnu cuenta con un total de 732 villas con terrazas blancas y tejados puntiagudos, y un centro comercial. Forman parte de un proyecto lanzado en 2014 por Sarot, una empresa de construcción turca que participa en varios programas inmobiliarios importantes en la región.
La compañía, al igual que cientos de otras compañías turcas, ha sufrido un revés económico y ha pedido ser colocada bajo el régimen de bancarrota. El grupo Sarot se vio asfixiado cuando los clientes se mostraron incapaces de pagar los créditos para las casas que habían comprado, señaló a la AFP el vicepresidente de éste, Mezher Yerdelen.
Sarot ya había vendido 351 villas, con un valor de entre 400.000 y 500000 dólares cada una, principalmente a inversores de los países del Golfo, lo que dio una esperanza de ingresos de al menos 140 millones. Pero, algunas ventas se cancelaron cuando el 80% ya estaba construido, a causa de la caída de los precios del petróleo y al impacto negativo de las fluctuaciones de los precios de la construcción en Turquía.
Si bien la batalla por el futuro de Sarot está en marcha en los tribunales turcos, Yerdelen sigue siendo optimista y quiere creer que el proyecto se completará en octubre.