Covid-19
Un ciberataque contra el sistema informático en Países Bajos ha provocado el caos en el primer día en el que era obligatorio el uso del certificado Covid-19. Ocurre en un momento en el que en el país había numerosas manifestaciones en contra de la medida.
Un ciberataque contra el sistema informático de Países Bajos ha causado el caos en el primer día de obligatoriedad del pasaporte Covid-19. Antes de esto, el país ya estaba sumido en numerosas manifestaciones contra la medida, puesto que no ha sido bien recibida por los holandeses. Este ambiente hostil ha terminado en un hackeo del sistema ‘Coronacheck’.
El sistema se ha sobrecargado y, por tanto, ha sido imposible generar los QR necesarios para que cada cliente pudiera acceder a un bar, restaurante o evento social. Esto ha derivado en enormes colas en la puerta de los establecimientos y el malestar de muchos holandeses. Todo ello es como consecuencia del desacuerdo que el Gobierno de Países Bajos ha generado por la imposición de esta medida.
Certificado Covid-19 en Países Bajos
Desde el pasado sábado, 25 de septiembre, todos los ciudadanos de Países Bajos que quieran acudir a restaurantes, eventos deportivos o instalaciones culturales deben presentar el pase de vacunación contra el Covid-19, una prueba diagnóstica negativa o un certificado de haberse recuperado de la enfermedad. Es decir, que desde el pasado sábado es obligatorio presentar el certificado Covid-19 para cualquiera de estas actividades.
Esta medida afecta a todas las personas que tengan más de 13 años. Aquellas personas que no hayan recibido la vacuna Covid-19 podrán realizarse pruebas de coronavirus para entrar en las instalaciones de manera gratuita en varios centros que se han habilitado con este fin.
Protestas contra el certificado Covid-19 en Países Bajos
La norma del certificado Covid-19 ha levantado controversia Países Bajos. Muchos restaurantes de diferentes países han anunciado que no van a validar los pases sanitarios. Defienden que falta personal para llevar a cabo estas acciones y miedo a posibles agresiones o amenazas por parte de los clientes. Por su parte, el colectivo antivacunas ha convocado manifestaciones, que tuvieron inicio en La Haya.
Muchas de las protestas vienen a raíz de que lo consideran una restricción de las libertades. Sin embargo, hay un 30% de la población que apoya la medida. Esta llega después de que el Gobierno anunciase que se suprime la necesidad de guardar una distancia social de 1,5 metros. “Estamos emprendiendo pasos claros que llevan hacia una sociedad sin medidas restrictivas por el coronavirus”, justificó este viernes, 24 de septiembre, el Gobierno holandés.