Coronavirus
China, el país donde se originó la pandemia del coronavirus, ha logrado frenar en gran parte la epidemia desde mediados de 2020 y desde entonces, solo se han producido pequeños brotes localizados que las autoridades han intentado remitir mediante estrictas restricciones, así como a través de la realización masiva de test rápidos a través de PCR, por las que se tomaban pruebas psicológicas a través de la nariz o la boca.
Sin embargo, a partir de ahora, el país también pondrá en marcha un nuevo tipo de prueba para registrar casos de coronavirus: pruebas anales. Se trata de unos diagnósticos novedosos pero que aporta resultados más eficientes que las pruebas conocidas hasta ahora, pues se basa en el rastro que deja el coronavirus en el cuerpo a través del ano.
Esta prueba consiste en la inserción de un hisopo de algodón empapado en una solución salina, a través de dos o tres centímetros en el ano, que luego se analizará para detectar la carga vírica de nuestro cuerpo. El test rectal "aumenta la tasa de detección de personas infectadas" porque los científicos han descubierto que algunos pacientes con Covid-19 tienen una infección viral intestinal activa y prolongada, incluso si no manifiestan síntomas gastrointestinales. Para esas personas, las muestras de heces a menudo dan positivo incluso una semana después de que sus muestras respiratorias hayan resultado negativas, declaró a la cadena 'CCTV' el doctor Li Tongzeng, del hospital You'an de Pekín.
Este tipo de test de detección del coronavirus anal, no ha pasado desapercibido y las redes sociales rápidamente se han hecho eco, y muchos ciudadanos han manifestado que les parece un método de detección de la enfermedad incómodo e incluso humillante.