China
El envejecimiento poblacional y la baja natalidad han hecho saltar las alarmas del Gobierno chino.
China anunció este lunes la relajación de sus medidas de planificación familiar y permitirá a sus ciudadanos tener un tercer hijo, después de que las cifras del censo publicadas este mes mostraran una reducción en la natalidad.
Los bajos salarios y el alto coste de la vida en grandes ciudades como Pekín desaniman a muchas familias a tener un segundo hijo. En 2015, un año después de la relajación de la política del hijo único, nacieron menos niños que los que el Gobierno chino había calculado.Y la tendencia sigue a la baja desde entonces.
Ahora, el Gobierno de Pekín ha tomado la decisión de permitir a la familias tener un tercer hijo con el objetivo de "mejorar la estructura poblacional" del país, así como "responder de manera activa al problema del envejecimiento".
Envejecimiento poblacional
Según el censo presentado el pasado día 11 y elaborado cada diez años, China cuenta ahora con casi 1.412 millones de habitantes, aunque el envejecimiento poblacional y la baja natalidad han hecho saltar las alarmas en Pekín.
En 2016, China eliminó su política de un solo hijo de décadas de antigüedad, impuesta inicialmente para detener una explosión demográfica, con un límite de dos hijos, que no resultó en un aumento sostenido de los nacimientos, ya que el alto coste de criar hijos en las ciudades chinas disuadió a muchas parejas de formar una familia.
Según informó Reuters, a principios de este mes, el censo de China mostró que la población creció a su tasa más lenta durante la última década desde 1950, con datos que muestran una tasa de fertilidad de 1,3 hijos por mujer solo para 2020, un dato similar al de otras sociedades que envejecen como la de Japón o la de Italia.