COVID-19
Con la pandemia bajo control, China mantiene su hostilidad hacia las voces críticas, y tendría a más de un centenar de periodistas encarcelados por no acatar las versiones del régimen, según Reporteros Sin Fronteras.
No es ningún secreto que de China solo sale lo que el Partido Comunista Chino permite que salga. Más allá de sus continuas trabas para permitir a la OMS comprobar si el coronavirus se originó en Wuhan, los altos mandos del régimen chino mantienen su política represiva hacia los periodistas y medios de comunicación que informan de la pandemia en el país.
En un informe publicado el pasado 7 de diciembre de 2021, la organización Reporteros Sin Fronteras denuncia que 127 periodistas estarían detenidos. La gravedad del asunto es mayor, puesto que el régimen estaría intentando imponer a los periodistas una serie de condiciones para que pudieran informar, casi utilizándolos como portavoces a su merced.
Además, hay otros dos pilares que preocupan especialmente: la mayoría de corresponsales son hostigados hasta el punto de que deben marcharse de China por la fuerte presión que sufren, y la región de Xinjiang se ha convertido en el foco de una problemática cada vez mayor, puesto que allí hay campos de concentración donde las restricciones son muy fuertes para evitar que se sepan las flagrantes violaciones de derechos humanos que se cometen.
Ciudades enteras confinadas
Si algo ha demostrado China desde los primeros casos de coronavirus que registró dentro de sus fronteras, a finales de 2019, es que no le tiembla el pulso a la hora de actuar. El Partido Comunista Chino ha llegado a confinar ciudades de millones de habitantes por apenas 150 contagios positivos, decididos a acabar con el virus al precio que sea.
El presunto origen del coronavirus en el Mercado de Mayoristas de Mariscos de Wuhan ha venido especulándose principalmente por las malas condiciones higiénicas que había allí. El mercado ya acumulaba varias infracciones que habían sido denunciadas e incluso se reportó un brote de gripe aviar que tuvo lugar allí en el año 2013.
Mientras sigue la duda sobre el origen del COVID, China mantiene un férreo control sobre todo lo que ocurre dentro de sus fronteras y se prepara para el próximo Congreso del Partido Comunista, en el cual se renovará el liderazgo del presidente chino, Xi Jinping, por otros cinco años, tras el gran ascenso económico de los últimos años logrado allí.