EN PLENA CELEBRACIÓN DE SU AÑO NUEVO
Por la noche, la fiesta por el Año Nuevo chino estalla en pólvora. Es un ritual para invocar a la suerte que esta vez se está viendo envuelto en la polémica por culpa de la contaminación que existe en el país asiático.
Muchos ciudadanos han decidido no comprar este año elementos de pirotecnia para no dañar el medio ambiente. Eso lo está notando el sector, cuyas ventas han descendido. La campaña contra los fuegos artificiales está promovida por las propias autoridades chinas, que han prohibido comprar más de cinco cajas de este material por persona.
Aún así, se prevé que incluso la calidad del aire empeore en los próximos días, y aún queda casi una semana de celebraciones.