Coronavirus
La empresa que vendió a España una partida de test rápidos para detectar el coronavirus fue Shenzhen Bioeasy Biotechnology y está siendo investigada por las autoridades chinas ya que dichas pruebas resultaron defectuosas.
Los resultados de esa investigación, que aún continúa, no han detectado irregularidades por el momento, según las mismas fuentes, que recalcaron que el Gobierno chino no "tolerará ninguna práctica" que no se ajuste a los criterios autorizados.
España compró a través de un proveedor nacional 640.000 test rápidos a esa compañía china, con sede en la provincia meridional de Cantón, de los que los primeros 58.000 llegaron la semana pasada a España. Salvador Illa aseguró que las primeras unidades de los test "no han pasado los controles de calidad" después de que varios laboratorios de microbiología de grandes hospitales del país detectasen que no funcionaban bien.
"El fabricante en China ha asumido la devolución y los reemplazará por un nuevo modelo de test", indicó entonces el departamento de Sanidad en un comunicado.
La empresa Bioeasy no figuraba entre la lista de proveedores autorizados que el Ministerio de Comercio de China ofreció a España, aunque Sanidad aseguró que la compra a esa compañía "se inició antes de que las autoridades chinas facilitaran nuevos listados de proveedores" al Gobierno. Los test de la empresa china cuentan, sin embargo, con la homologación CE de la Unión Europea (UE) para su compra y comercialización en toda Europa.
El diario oficial Beijing Daily informó de que 23 nuevos reactivos de detección y siete tipos de nuevos dispositivos médicos como respiradores, ropa protectora o mascarillas han sido aprobados por las autoridades.
Las empresas que solicitan el registro de nuevos reactivos de detección deben presentar una serie de documentación referida a la evaluación clínica, el análisis de riesgo del producto, los informes de inspección o los datos de investigación de los componentes empleados, entre muchos otros aspectos.