Covid-19
Los cambios serán a partir de este miércoles, cuando los viajeros que lleguen desde el extranjero no tendrán que presentar ningún test negativo.
El Gobierno de China ha anunciado que dejará de exigir pruebas de covid-19 a los viajeros internacionales. Los cambios serán a partir de este miércoles, cuando los viajeros que lleguen desde el extranjero no tendrán que presentar ningún test negativo.
Así lo ha confirmado el Ministerio de Exteriores chino en una rueda de prensa. La retirada de dicha medida llega después de que el país haya reducido progresivamente los controles impuestos al turismo internacional.
"A partir del 30 de agosto de 2023, las personas que vengan a China ya no tendrán que realizar pruebas covid-19 de ácido nucleico o antígenos previas a la entrada", afirmó el portavoz de la cartera, Wang Wenbin, según el medio estatal 'CGTN'.
China mantuvo algunos de sus protocolos más estrictos de todo el mundo para contener la pandemia del coronavirus. El pasado 29 de abril, Pekín eliminó el requisito de PCR que todavía mantenía a viajeros procedentes de algunos países. El pasado 8 de enero redujo de la categoría A, que era nivel de máximo peligro, a la B en la gestión de la enfermedad. Aunque las autoridades mantuvieron vigente el requisito de una prueba PCR negativa en las 48 horas previas a la entrada en China para todos los viajeros.
El objetivo de su política pasaba por reducir a cero la tasa de contagios a costa de imponer confinamientos indiscriminados.
Esa política de 'casos cero' fue finalizada en diciembre del año 2022, lo que llevó a una ola de contagios que parece estar contenida. Las autoridades reconocieron decenas de miles de muertes en una semana, aunque expertos internacionales dan por hecho que la cifra real es mayor.
La pandemia del coronavirus continúa siendo motivo de investigación. Científicos dirigidos por un equipo de la Facultad de Medicina Duke-NUS han identificado tres serotipos diferentes de covid-19 relacionados con el SARS. Este descubrimiento sugiere que la inmunidad por vacunación o infección previa por un serotipo puede ser ineficaz contra otro o contra nuevas variantes.
Con ello, el equipo trabaja en el desarrollo de una vacuna de nueva generación. El objetivo es ampliar la inmunidad frente a los coronavirus relacionados con el SARS.