CUBIERTO POR UNA CAPA DE POLUCIÓN
Pekín, que vive su quinto día de contaminación grave, ya había activado la alerta naranja el viernes pasado. La alerta naranja obliga a las escuelas a suspender las actividades al aire libre y paraliza algunas tareas de construcción. A las 12.00 horas locales de hoy (04.00 GMT) los medidores de la Embajada estadounidense en Pekín detectaban una concentración de partículas de un diámetro inferior a 2,5 micras (PM2,5), consideradas las más perniciosas para la salud, de 397 microgramos por metro cúbico de aire, 16 veces más del máximo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera aceptable.
El Politburó del Partido Comunista de China (PCCh) ha adelantado que la lucha contra la contaminación del aire será uno de los asuntos protagonistas en la sesión anual de la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), el Legislativo chino, que comenzará la semana próxima. El diario independiente South China Morning Post publica hoy que la contaminación ha comenzado ya a afectar al sector agrícola del país, que representa el 10 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de China.
Según el diario, que cita a una profesora de la Universidad Agrícola de China, He Dongxian, la Facultad de Recursos Hídricos investigó los efectos de la contaminación en las plantas y observó una drástica reducción de la fotosíntesis -el proceso por el que transforman el dióxido de carbono en oxígeno- en éstas.