LAS INTENSAS LLUVIAS NO CESAN EN LA ZONA
Las autoridades chinas aún tienen esperanza de encontrar "a gente con vida" del barco naufragado el lunes por la noche en el río Yangtsé, donde un multitudinario equipo de rescate trabaja para intentar hallar a más de 400 desaparecidos.
"Aunque es muy difícil, el objetivo ahora es encontrar supervivientes. Aún hay esperanza", señaló a un reducido grupo de medios el director adjunto de la oficina de información del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Jian Li, en un viaje por barco organizado para la prensa extranjera hasta el lugar del suceso.
De momento, dos barcos de rescate se encuentran en la zona del accidente a la espera de que lleguen tres más y decidir qué hacer con el buque hundido. "Cuando estén los cinco, los expertos evaluarán la situación. No sólo del barco, sino de la climatología, el estado del río...", explicó Jian.
Más de 36 horas después del naufragio, el condado de Jianli ha sufrido intensas lluvias que ayer llegaron a inundar buena parte de su territorio y han reducido la visibilidad de las aguas del río. Hasta 180 buzos están tratando de analizar las aguas y el estado del barco, acompañados de otros 202 trabajadores de fuerzas especiales.
Una de las posibilidades que manejan las autoridades es abrir varios agujeros en la quilla, que sobresale por encima de la superficie de las aguas, que está al descubierto, aunque existe el temor de que con ello suba el nivel del agua en el interior.
También se estudia usar los barcos de salvamento que lleguen para dar la vuelta a la embarcación naufragada o intentar arrastrarla hasta la orilla, precisó Jian. Un gran dispositivo de rescate rodea la quilla del barco y controla la zona, muy cercana a la orilla del río, el más caudaloso de China, cuya temperatura se encuentra a unos 10 grados centígrados, según confirmó un soldado apellidado Zhang, que participa en las tareas de rescate.
Las autoridades no saben si tomarán la decisión este miércoles o mañana, mientras la preocupación de los familiares de desaparecidos aumenta, esperando en hoteles de Jianli a que el Gobierno les informe de la marcha de las tareas de rescate. De momento, los allegados de personas que embarcaron en el buque hundido, que cubría una ruta turística entre las ciudades de Nankín (este) y Chongqing (centro), no han podido acceder al lugar donde trabajan unos 4.600 militares, policías y bomberos en el río Yangsé.
"Nos han dicho que sería contraproducente", comentó una mujer de unos 50 años, cuyo marido viajaba en la embarcación. Las últimas cifras oficiales hablan de 18 muertos y 14 supervivientes, lo que deja un total de 424 desaparecidos, en lo que podría ser una de las peores tragedias fluviales de la historia china.