Estados Unidos
Ningún presidente de la Cámara de Representantes pisaba la isla desde 1997. China insiste en que no se quedará "de brazos cruzados" si EEUU viaja a un territorio que considera suyo sin su autorización. Mientras, Pelosi ya ha aterrizado en Taiwán.
"Jugar con fuego". Con esa expresión definía el presidente chino, Xi Jinping, la posible llegada de Nancy Pelosi a Taiwán en una videollamada con su homólogo estadounidense, Joe Biden. La tensión entre ambas potencias crece ante la idea de que la presidenta de la Cámara de Representantes llegue a un territorio que Pekín considera suyo, y, por tanto, no habilitado para mantener relaciones internacionales de forma independiente. Pelosi ya ha aterrizado en la isla, en el aeropuerto Songshan de Taipéi.
Hasta el ejército taiwanés ha incrementado su preparación de combate por la visita. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, ha asegurado que "no hay ninguna violación o problemas de soberanía" con la visita. La parada en la antigua Formosa no figuraba en la agenda ni el itinerario público de Pelosi.Tras su aterrizaje, se presupone quetendría previsto reunirse con activistas que se manifiestan sobre los derechos de China.
Relaciones suspendidas
Las relaciones entre China y Taiwán quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai Shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a la isla de Taiwán. El gigante asiático considera a Taiwán como su provincia rebelde, pese a que la isla ha declarado su independencia y cuenta con el apoyo de Estados Unidos y la Unión Europea.
La de Pelosi es la primera visita a Taiwán de un presidente de la Cámara de Representantes de EEUU desde 1997, cuando el republicano Newt Gingrich viajó a la isla. Sin embargo, sí han viajado con frecuencia varias delegaciones de funcionarios estadounidenses. El Secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha dicho que una posible visita de Pelosi será una decisión totalmente suya y ha pedido a China que no intensifique las tensiones en caso de que se produzca. "Si la presidenta de la Cámara de Representantes decide visitar el país y China trata de crear algún tipo de crisis o escalar las tensiones, eso sería responsabilidad exclusiva de Pekín", dijo Blinken.
Estados Unidos practica una diplomacia de "ambigüedad estratégica" con Taiwán, ya que, mientras reconoce sólo un gobierno chino, el de Pekín, sigue dando un apoyo decisivo a Taipei. Asimismo, se abstiene de pronunciarse sobre si defendería o no la isla militarmente en caso de invasión. Por su parte, el primer ministro de Taiwán, Su Tseng-chang, no ha respondido directamente al ser preguntado por las especulaciones lanzadas por la prensa sobre la llegada. "Siempre damos una cálida bienvenida a las visitas a nuestro país de distinguidos invitados extranjeros", ha dicho a los periodistas.
"Consecuencias muy graves" de la visita a Taiwan
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, ya advirtió que la visita de Pelosi, segunda en la línea de sucesión a la presidencia de EEUU y crítica desde hace tiempo del gigante asiático, supondría "una burda injerencia en los asuntos internos de China" y aseguró que provocaría "acontecimientos y consecuencias muy graves".
"Nos gustaría decir a Estados Unidos una vez más que China está a la espera, que el Ejército Popular de Liberación chino nunca se quedará de brazos cruzados y que China adoptará respuestas decididas y contramedidas contundentes para defender su soberanía e integridad territorial", dijo Zhao en una sesión informativa. No adelantó, sin embargo, las medidas a tomar y dijo: "Si se atreve a ir, entonces esperemos y veamos".