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El cerebro del 11-S y dos cómplices aceptan cadena perpetua para evitar la pena de muerte

Después de una década de procedimientos previos, los principales acusados de los ataques del 11 de septiembre llegan a un acuerdo con la justicia estadounidense.

El cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Khalid Shaikh Mohammed, junto a dos de sus cómplices, ha decidido declararse culpable a cambio de una condena a cadena perpetua, evitando así la pena de muerte. Esta noticia marca un hito en uno de los casos más emblemáticos y prolongados de la historia judicial estadounidense.

Khalid Shaikh Mohammed, conocido como el principal arquitecto detrás de los ataques del 11-S, lleva detenido en la prisión de Guantánamo desde 2003. Junto a él, los acusados Walid bin Attash y Mustafa al-Hawsawi también han aceptado su culpabilidad en los crímenes. Según un comunicado del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Susan Escallier, la autoridad convocante de las comisiones militares, firmó acuerdos previos al juicio con estos tres acusados.

Contexto de los atentados del 11 de septiembre

El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos sufrió el peor ataque terrorista en su historia. Diecinueve hombres secuestraron cuatro aviones comerciales, estrellando dos de ellos contra las Torres Gemelas en Nueva York, otro contra el Pentágono, y el cuarto en un campo en Pensilvania. Los ataques resultaron en la muerte de casi 3.000 personas y cambiaron el curso de la política y la seguridad global.

El caso contra Mohammed y sus cómplices ha estado envuelto en más de una década de procedimientos previos al juicio. Una de las principales cuestiones ha sido la admisibilidad de las pruebas obtenidas bajo tortura en las prisiones secretas de la CIA. Este debate ha retrasado repetidamente el avance del juicio y ha generado críticas sobre el manejo de los detenidos y el respeto a los derechos humanos.

Detalles del acuerdo

La noticia del acuerdo de culpabilidad se dio a conocer a través de una carta enviada por los fiscales del tribunal de guerra a los familiares de las víctimas del 11 de septiembre. Según reportó 'The New York Times', los tres acusados han aceptado declararse culpables de todos los cargos, incluidos los asesinatos de las 2.976 personas, a cambio de que se elimine la pena de muerte como posible castigo.

La carta, firmada por el contralmirante Aaron C. Rugh, fiscal jefe de comisiones militares, y tres abogados de su equipo, menciona que los acusados podrían presentar sus alegatos en audiencia pública a partir de la próxima semana.

La declaración de culpabilidad de Mohammed, bin Attash y al-Hawsawi evita lo que se preveía como un juicio largo y complejo, de entre 12 y 18 meses. Además, elimina la posibilidad de que un juez militar pudiera desestimar confesiones clave obtenidas bajo tortura, lo que habría debilitado significativamente el caso del Gobierno.

El acuerdo también trae un cierre a las familias de las víctimas, quienes han esperado justicia durante más de dos décadas. Aunque algunos podrían sentir que la cadena perpetua no es suficiente castigo, evita los riesgos y complicaciones de un juicio prolongado.

Implicaciones futuras

El caso de Khalid Shaikh Mohammed y sus cómplices no solo ha sido un símbolo del terrorismo global, sino también de las controversias sobre la justicia y el tratamiento de los detenidos en Guantánamo. Este acuerdo puede sentar un precedente para futuros casos de terrorismo y la forma en que se manejan los detenidos de alto perfil.

La decisión de estos tres hombres de aceptar la cadena perpetua a cambio de evitar la pena de muerte marca un importante desarrollo en la larga búsqueda de justicia por los atentados del 11 de septiembre. Mientras el mundo observa, Estados Unidos continúa enfrentando las complejidades de su sistema judicial y las repercusiones de uno de los días más oscuros de su historia.

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