850 ANIVERSARIO DEL COMIENZO DE SU CONSTRUCCIÓN
Villedieu-les-Poeles, Normandía, a 320 kilómetros de París. En esta pequeña ciudad se ha construido el orgullo de Nôtre Dame. La catedral parisina cambia de campanas, para recuperar un sonido que comenzó en el medievo y llegó hasta la revolución francesa.
"La idea de este proyecto -declara Pablo Bergamo, presidente de la Fundición Cornille-Havard- fue recrear las viejas campanas de Nôtre Dame". "Todavía tenemos un par de semanas el trabajo, porque tienen que ser instaladas en las torres y tendrán que ajustarse de la mejor manera, para que suenen el Domingo de Ramos, el 24 de marzo".
Las nueve resplandecientes piezas de bronce ya están camino de la capital francesa. Tienen nombres de santos y pesan 23 toneladas.
Las campanas están bendecidas y se exhibirán en el interior de la catedral desde el próximo 25 de febrero, hasta poco antes de Semana Santa. Será entonces cuando se icen hasta las emblemáticas torres, que vigilan París.
"Éste es un regreso maravilloso a la historia y al mismo tiempo un extraordinario salto hacia adelante, ya que significa que estas campanas van a perdurar los siglos venideros", asegura el rector y arcipreste de Nôtre Dame.
Las nuevas campanas son parte de las celebraciones por los ocho siglos y medio del comienzo de la construcción de la catedral.
Nôtre Dame tardó casi noventa años en lucir como el corazón de la fé católica francesa. Un hermoso monumento a la espiritualidad que a partir del Domingo de Ramos recuperará también un sonido, perdido en la historia de los tiempos.