EL ATAQUE MÁS MORTÍFERO EN LA HISTORIA RECIENTE DE EGIPTO

Casi la totalidad de los hombres de Al Rauda fueron asesinados el viernes en el atentado de Egipto

Solo quedan las mujeres, que se han quedado viudas y tienen que sacar solas a sus hijos adelante, después de que los terroristas "dispararan a todo el que respiraba", según explica uno de los pocos supervivientes, el imán que oficiaba el rezo en el momento del ataque.

El número de fallecidos el pasado viernes en la mezquita Al Rauda, en Egipto, fue de tal envergadura que los cadáveres han tenido que ser enterrados en estas fosas comunes. Se trata de la mayor masacre sufrida en la localidad de apenas 700 habitantes, que se ha quedado prácticamente sin hombres. La totalidad de las 305 víctimas mortales de la masacre fueron varones, entre ellos 27 niños.

No hay derecho a asesinar civiles desarmados en las mezquitas y en las iglesias

"Cuando empezó el tiroteo, la gente empezó a huir, se apilaron unos encima de otros y los terroristas iban matando a todo aquel que respiraba", explica Mohamed Abdelfatah, el imán que oficiaba el rezo en el momento del ataque, y que ha resultado herido. "Musulmanes y no musulmanes deben acatar la piedad, el perdón y la humanidad. Una religión basada en esos principios nunca justificará una violencia así", añade el religioso. El imán termina reflexionando que "las diferencias entre grupos no deberían resolverse así porque no hay derecho a asesinar civiles desarmados en las mezquitas y en las iglesias".

Las víctimas pertenecen en su mayoría al sufismo, una rama minoritaria del Islám que profesa sólo el 5% de los musulmanes. Por su concepción más cercana al cristianismo, son considerados como 'herejes' por los más radicales.

Según varios testigos, los autores de la masacre fueron una treintena, iban enmascarados, vestidos de paramilitares y al menos uno de ellos portaba la bandera de Daesh.

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