EN MÉXICO
Danna Paola, de 42 años, se ha convertido en la primera mujer trans en celebrar su matrimonio en el estado mexicano de Veracruz. Ella, con un vestido amplio de color blanco, rematado en encaje y un discreto collar, y él, con un traje beige y una camisa blanca, se dieron el sí, se entregaron los anillos de compromiso y remataron con el tradicional beso.
La mujer trans, originaria de Ciudad Cardel, y Martín, de 58 años y nacido en Connecticut (EEUU), pudieron casarse gracias a un amparo judicial en Veracruz, un estado gobernado por el conservador Partido Acción Nacional (PAN).
El Código Civil del Estado de Veracruz, la ley que rige las uniones, establece que solo podrán contraer matrimonio un hombre y una mujer, por lo cual los jueces de lo civil se niegan a casar a personas del mismo sexo. Sin embargo, existe una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el máximo órgano judicial de México, que declaró inconstitucionales las leyes estatales que niegan la unión entre personas del mismo sexo.
En Veracruz, al menos medio centenar de parejas de la comunidad gay han logrado ser casadas por la vía legal gracias a un amparo de la justicia federal mediante el cual se obliga a los jueces de lo civil a realizar la ceremonia.
El presidente de la Comunidad Lésbica, Gay, Bisexual, Transgénero, Travesti, Transexual e Intersexual (Lgbttti) Jarochos Unidos, Guillermo Yzacur, encabezó los trámites para que ambos lograran contraer matrimonio. "Nos costó bastante porque Martín es extranjero y tuvimos obstáculos con el apostillado del acta de nacimiento", declaró a medios locales.
El activista anunció que trabajan legalmente para casar a otras once parejas de la comunidad gay en el municipio de Veracruz, entre ellas un transgénero, los cuales se sumarían a 25 que han contraído nupcias gracias a este amparo.
En México, entre 2013 y 2017 mataron a 381 personas del colectivo LGBT, dentro del cual el subconjunto de mujeres trans (travestis, transgénero y transexuales) el más afectado con 209 muertes, según el informe anual de la ONG Letra S.