MILES DE PERSONAS ESPERAN PARA RECOGERLOS

Los 'carritos del placer' vuelven a regalar vibradores en Nueva York

Fueron cerrados por las autoridades de la ciudad debido a que carecían de los permisos pertinente y generaban aglomeraciones. La iniciativa es una promocional de una línea de artículos sexuales y de preservativos.

Los "carritos del placer" que tienen previsto regalar 10.000 vibradores en Nueva York y que fueron cerrados por las autoridades de la ciudad por carecer de los permisos pertinentes, ha podido continuar repartiendo su cargamento entre los ciudadanos. 

La línea de artículos sexuales de una empresa estadounidense, que en principio pensaba distribuir como promoción el miércoles y jueves dos de sus modelos de vibradores en dos carritos, ha seguido con la iniciativa al obtener una autorización del Ayuntamiento de Nueva York por la que pagó 3.100 dólares, informa el diario New York Post. 

La iniciativa fue interrumpida el primer día cuando tan sólo se habían entregados unas 200 unidades, debido a que no disponían de los permisos necesarios y a las aglomeraciones que se formaron en torno a los carritos, similares los populares que venden perritos calientes y otros alimentos.

"Con los permisos oficiales de la ciudad de Nueva York en la mano, los carritos del placer han recargado para servir placer", anuncia la empresa en su página de Facebook, para indicar que el reparto finalmente podía llevarse a cabo, en un único punto del distrito del Meatpacking

Ante la convocatoria, miles de personas, mujeres en su mayoría pero también hombres, guardaron cola ante la unidad de distribución identificada con los lemas "Atrapa aquí las vibraciones" y "Goza el momento", para obtener gratuitamente uno de estos vibradores, que tienen un precio de 30 y 40 dólares respectivamente. 

En dos horas, se han entregado 3.600 unidades, por lo que uno de los representantes de la compañía afirma que están "encantados de haber trabajado con el Ayuntamiento para conseguir que el reparto haya sido un éxito", siempre según el rotativo. 

La decisión del Consistorio causó malestar entre algunos ciudadanos, que juzgaron la medida de prohibición como demasiado intervencionista, en la línea de otras adoptadas por el alcalde, Michael Bloomberg, como la prohibición de fumar o de los refrescos tamaño extra grande, que le han hecho merecedor del apodo "Niñera Bloomberg"

"Los vibradores pequeños y baratos se gastan enseguida -ha dicho Rose Moon, de 29 años, mientras esperaba en la cola-. Espero que éste sea mejor que los vibradores a los que estoy acostumbrada y que me dure para siempre".

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