EL FBI INVESTIGA EL PIRATEO A MÚLTIPLES ENTIDADES POLÍTICAS

La campaña de Hillary Clinton, pirateada por los mismos 'hackers' que atacaron al DNC

El Comité Nacional Demócrata (DNC), sufrió un ataque informático la semana pasada cuando Wikileaks publicó unos 20.000 correos electrónicos que pusieron en evidencia el trato de favor a Clinton frente a Sanders. La campaña de la candidata también habría sido 'hackeada'.

Los responsables del robo de 20.000 correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC, siglas en inglés) de EEUU también habrían pirateado la campaña presidencial de su candidata, Hillary Clinton, según informaron medios locales.

Tras la aparición de esas informaciones, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, siglas en inglés) dijo en un comunicado que está investigando el "pirateo de múltiples entidades políticas", aunque no precisó las víctimas de esos presuntos ataques informáticos.

"El FBI se toma en serio cualquier denuncia de intrusión, y vamos a pedir cuentas a aquellos que supongan una amenaza para el ciberespacio", agregó esa institución. La campaña de Clinton, por su parte, salió al paso de las informaciones al afirmar que expertos informáticos "no han encontrado pruebas" de que sus sistemas "hayan sido comprometidos".

Los ataques informáticos contra el DNC se conocieron la semana pasada, cuando Wikileaks publicó unos 20.000 correos electrónicos que pusieron en evidencia el trato de favor de la cúpula demócrata por Clinton frente al senador Bernie Sanders durante las primarias.

Esa filtración provocó la dimisión de la presidenta del DNC, la también congresista Debbie Wasserman Schultz. Mientras los demócratas se recuperaban de las heridas producidas por la filtración, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, advirtió de que su organización se encuentra en posesión de "mucho más material" relacionado con la campaña presidencial de EEUU.

La cúpula demócrata mantiene que Rusia está detrás de la filtración que tendría como objetivo perjudicar a Clinton frente al republicano Donald Trump, una teoría insinuada por el propio presidente estadounidense, Barack Obama, y con la que el FBI trabaja. Rusia, por su parte, ha tachado de "absurdas" las acusaciones y ha advertido de que dañan las "relaciones bilaterales".

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