EN INDIANA, ESTADOS UNIDOS
Las cámaras del interior de un autobus escolar que se hallaba estacionado en la puerta de un colegio recogieron el instante en que un tornado impactaba contra el vehículo, en el que se encontraban once niños, y lo mandaba al otro lado de la carrera impactando con un restaurante. Aparte de los daños en los edificios, no hubo que lamentar ninguna baja humana.
La rapidez de la conductora del autobús a la hora de transmitir las órdenes a los niños fue fundamental para que todos los que en ese momento ocupaban el vehículo, de 16.000 toneladas, salieran ilesos del siniestro producido por el tornado.