CAPUCCINO CON GATOS DE ACOMPAÑANTES
Esta cafetería es un tanto peculiar, cuando un cliente pide un cappuccino los camareros dibujan un gatito con la espuma del café y le dan otro para acariciar. Sí, han leído bien, le entregan al cliente un gato de carne y hueso para que lo acaricien mientras se toman tranquilamente su taza de café.
Es tal el éxito de este establecimiento que los clientes se agolpan durante horas para poder tomarse su café con uno de los codiciados felinos. La pasión de los neoyorkinos por esta cafetería es tan grande que es más sencillo reservar mesa en un restaurante exclusivo antes que entrar en la felina cafetería.