SUCESO EN LA INDIA
Un tribunal de India ha condenado a tres hombres a cadena perpetua por el secuestro, violación y asesinato de una niña musulmana de ocho años en la región de Cachemira, en disputa con Pakistán.
Un total de seis hombres han sido declarados culpables por el suceso, si bien sólo tres han sido sentenciados a cadena perpetua. Los otros tres, entre ellos dos policías, han sido condenados a cinco años de cárcel, según la cadena de televisión india NDTV.
La Fiscalía pedía la pena de muerte para tres hombres, entre ellos el cura hindú Sanji Ram. Estas tres personas han sido declaradas culpables de violación y asesinato, mientras que otras tres han sido declaradas culpables de delitos menores y destrucción de pruebas.
La víctima desapareció el 10 de enero de su vivienda en los alrededores de Kathua y su cuerpo fue hallado en esta misma zona cerca de una semana después. La niña fue drogada y retenida en un templo hindú del área hasta su asesinato.
El caso provocó una oleada de protestas en el país y aumentó las divisiones religiosas, especialmente a raíz de que dos exministros del gubernamental Partido Popular de India (BJP) se unieran a una manifestación en apoyo a los ocho acusados, todos ellos hindúes.
La polémica se avivó a raíz de la remodelación del Ejecutivo tras las protestas por el papel de estos políticos, dado que el nuevo viceprimer ministro del estado de Jammu y Cachemira, Kavinder Gupta, describió lo sucedido como "una cuestión menor".
"Es una cuestión menor. Tenemos que pensar que esto no debe volver a ocurrir y que haya justicia. Hay muchos problemas como este que tiene que afrontar el gobierno. No deberíamos darle a Rasana -donde fue asesinada la niña-tanta importancia", dijo.
Las autoridades de India introdujeron en abril la pena de muerte para los responsables de violaciones de menores de doce años a raíz de las protestas tras la violación en grupo de una niña en Kathua. La legislación no se aplica de forma retroactiva.
La Policía india ha reconocido que los casos de violación denunciados no han dejado de aumentar, hasta registrar casi 35.000 en 2015, desde la violación en grupo de una estudiante en un autobús de Nueva Delhi hace seis años, un punto de inflexión que ha cambiado la mentalidad de la población a la hora de denunciar lo que hasta entonces era un férreo tabú.