en la ciudad de Kaduna
Las autoridades de Nigeria buscan a las familias de las más de 400 personas, en su mayoría niños, liberados en un edificio en la ciudad de Kaduna, en el norte de Nigeria, donde algunos habían sido encadenados, torturados y abusados sexualmente.
La Policía liberó durante una redada el pasado jueves a 400 varones de entre 6 y 50 años de edad. Algunos estaban encadenados a radiadores o neumáticos, mientras que otros presentaban signos visibles de cicatrices de golpes y torturas. Al menos 10 niños fueron hospitalizados y algunos de los adultos continúan en estado crítico.
La Policía instaló un campamento improvisado para el resto de las personas rescatadas en las afueras de la ciudad. En uno de los edificios del campamento, los niños hacían cola para apuntar sus nombres en una lista. Mientras tanto, decenas de padres, acudieron a estas instalaciones para recoger a sus hijos. Algunos habían pagado la matrícula a los hombres que dirigían la casa creyendo que era una escuela islámica, mientras que otros la veían como una institución penitenciaria.
El portavoz de la Policía estatal de Kaduna, Yakubu Sabo, ha afirmado que el "trato deshumanizado" que descubrieron hizo imposible considerar la casa como una escuela islámica. Los medios de comunicación locales informaron de que algunos de los niños habían sido torturados e incluso habían sufrido abusos sexuales.
La Policía realizó una redada en el lugar después de que a un familiar se le negase el acceso. Al menos siete personas -supuestamente profesores- han sido detenidos. Las autoridades se han puesto en contacto con las familias de las personas liberadas. A pesar de haber sufrido abusos sexuales, algunas de las personas rescatadas se han mostrado reacias a regresar a sus hogares con sus familiares.