Brexit
Se complican las relaciones entre Reino Unido y la Unión Europea.
No corren buenos tiempos para Reino Unido. Al reciente escándalo por el 'partygate', y la consiguiente moción de confianza al primer ministro Boris Johnson, que logró superar con 211 votos frente a 148, se suman ahora los expedientes sancionadores impuestos por Bruselas.
La UE denunciará a Reino Unido si no cumple
La Comisión Europea ha reactivado hoy el procedimiento que inició en marzo del año pasado contra el Gobierno británico por violar el acuerdo del Brexit al no cumplir los controles aduaneros en Irlanda del Norte, referentes a la circulación de mercancías y los desplazamientos de animales de compañía. Esta disputa podría conllevar una sanción multimillonaria para Reino Unido.
"No hay duda ni justificación legal ni política para cambiar de manera unilateral un acuerdo internacional. Es ilegal. También es extremadamente dañino para la confianza mutua", ha dicho sobre el asunto el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de las relaciones con Reino Unido, Maros Sefcovic.
Con el fin de evitar una frontera dura entre las dos Irlandas y proteger el mercado comunitario, Bruselas ha otorgado un plazo de dos meses a Reino Unido para que revierta la situación. En caso de no hacerlo en la fecha estipulada, la CE llevará el caso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
No es el único varapalo para Reino Unido, ya que la Comisión ha evidenciado su malestar abriendo otros dos expedientes más contra el Gobierno de Johnson por incumplir las reglas sanitarias europeas. Esta fue precisamente una de las condiciones básicas para permitir que Irlanda del Norte continuara dentro del Mercado Único europeo.
Continúan las fricciones dos años después
Para Londres las acciones legales de Bruselas son "decepcionantes". "Es decepcionante que la UE haya decidido relanzar procedimientos legales en relación a los periodos de gracia actualmente en vigor, que son vitales para evitar los problemas que provoca el Protocolo de Irlanda del Norte. La preferencia del Reino Unido continúa siendo una solución negociada", han recalcado las autoridades británicas en un comunicado.