UNA ENFERMEDAD RARA
Michaela Armer es una mujer de Reino Unido que perdió su acento británico en el año 2015 después de someterse a una resonancia magnética.
La mujer, de 47 años, asegura que desde entonces cada vez que habla lo hace con un acento distinto por lo que sufre lo que se denomina como Síndrome de acento extranjero, una enfermedad rara, que hace que las personas hablen con acentos distintos al suyo. Esta enfermedad normalmente se atribuye a una lesión cerebral o a problemas psicológicos.
Desde entonces, la mujer asegura que ha sufrido "racismo" debido a sus acentos a la hora de hablar. "La primera vez que lloré por esto fue en un supermercado en julio de 2015, cuando alguien dijo 'estos polacos están por todas partes', fue horrible", explica Armer, según recoge el medio 'The Sun'.
Alguna gente le dice que tiene acento chino y en varias ocasiones ha recibido llamadas al trabajo de gente pidiéndole pollo frito y arroz. "Pasa a menudo", denuncia Michaela, que asegura que una vez puede ser gracioso, pero que "cuando escuchas lo mismo tantas veces puede ser frustrante". Relata que es difícil levantarte cada mañana y no saber cómo va a ser tu acento. "Siempre estoy preocupada", lamenta.
Después de la resonancia magnética, Michaela asegura que luchó para poder decir incluso su propio nombre y que recuperó el habla cantando una canción que utilizó como terapia para practicar con las vocales.
Además de afectarle al habla, la resonancia también le dejó síntomas físicos como la incapacidad para andar distancias largas y temblores, que hacen incluso que no pueda conducir un coche manual.