POSIBLE INFRACCIÓN DEL CONDUCTOR
Una mujer ha descrito en los medios el horrible momento en que fue arrastrada por un tren al quedarse su mano atrapada entre las puertas de este.
Neelan Malik, de 60 años, había salido de compras y se encontraba en la estación de Hayes y Harlington para coger la línea que va de Oxford a Londres-Paddington.
Fue en el momento de entrar al vagón cuando le ocurrió el accidente: su mano quedó atrapada entre las puertas del tren y este echó a andar, arrastrándola a medida que el tren aumentaba de velocidad y los pasajeros se quedaban atónitos mirándola a través de las ventanas de los vagones.
La mujer, que no dejaba de forcejear para sacar su mano atrapada de entre las puertas finalmente lo consiguió, pero se hizo mucho daño al salir disparada y golpearse contra el suelo del andén.
Malik sufrió hematomas en sus brazos, espalda y cabeza, y se ha sometido a fisioterapia desde el incidente, 25 de julio de 2015, admitiendo que "tiene mucha suerte de estar viva".
El conductor del tren, Stephen Murdoch, de 45 años, está ahora en juicio, acusado de poner a Malik en riesgo al no comprobar que el tren estaba despejado antes de ponerlo en marcha y salir de la estación.
Podría no haber hecho los controles básicos de seguridad al no mirar la cámara a bordo para asegurarse de que no había nadie atrapado.
El fiscal Adam Pearson aseguró al jurado que si el conductor realmente hubiera hecho bien su trabajo se habría dado cuenta de que la señora estaba atrapada y no hubiera salido.
"No hizo los controles de seguridad para garantizar la seguridad de los pasajeros en ese tren", asegura el fiscal.
Murdoch, de Reading, Berkshire, niega haber puesto en peligro la seguridad de los pasajeros del tren.
Le dijo a la policía, además, que las luces de seguridad no se habían encendido para indicar algo atascado en una de las puertas, y que comprobó la cámara pero no vio a Malik.