Reino Unido
La gestión de estos años en el centro del debate electoral.
Los británicosse preparan para decidir no solo sobre la gestión del actual primer ministro conservador Rishi Sunak, sino también sobre si poner o no fin a catorce años de gobiernos conservadores. Este periodo ha estado marcado por eventos como el Brexit, la gestión de la pandemia de COVID-19 y la crisis en el Servicio Nacional de Salud (NHS).
La cuenta atrás hacia el Brexit simbolizó el comienzo del declive de los conservadores, con muchos británicos arrepentidos de una decisión que ha traído consigo más pobreza, menor productividad, largas listas de espera en el NHS y cifras récord de inmigración. Los tories, que iniciaron esta etapa con David Cameron y su promesa de modernidad, no lograron frenar el impacto negativo del Brexity vieron cómo la locomotora del divorcio con Europa descarrilaba bajo la gestión de Theresa May y Boris Johnson.
Johnson, conocido como el "Trump británico", trajo consigo un resonante triunfo electoral, pero su manejo frívolo de la pandemia y las mentiras sobre sus fiestas durante el confinamiento le costaron el puesto. Le siguió Liz Truss, cuya breve estancia en Downing Street no fue suficiente para estabilizar el partido. Rishi Sunak, ha intentado capear el temporal de la crisis, pero se enfrenta a un partido que muestra claros signos de agotamiento.
Incluso dentro del propio Partido Conservador hay voces críticas. Danny Kruger, miembro del grupo de Nuevos Conservadores, lamenta que el país esté "más triste, menos unido y menos conservador". La cuestión del Brexit, que en su momento fue un símbolo de triunfo, ahora es un tema que pocos se atreven a mencionar debido a sus consecuencias negativas.
El legado económico de los conservadores es mixto. A pesar de las inversiones sin precedentes en el NHS, el sistema de salud enfrenta una de sus peores crisis. La inmigración ha alcanzado cifras récord, mientras que la productividad continúa muy baja. Además, la deuda pública se prevé que alcance el 90% del PIB en el año fiscal actual, comparado con el 70% cuando David Cameron asumió el poder.
Rishi Sunak había anunciado un adelanto electoral con la esperanza de repetir el milagro de John Major en 1992. Sin embargo, las encuestas actuales predicen una derrota sin precedentes para los conservadores. Según The Economist, los tories podrían obtener solo 76 escaños, en contraste con los 465 que podrían conseguir los laboristas.
El futuro del Partido Conservador es incierto, muchos analistas han previsto una deriva hacia la derecha radical antes de intentar regresar al centro político. Keir Starmer tendrá la difícil tarea de convencer a los británicos de que no deben temer un giro hacia el socialismo radical, y ha asegurado un gobierno laborista renovado y centrado en estrechar relaciones con Bruselas.