un cargo de por vida
Brett Kavanaugh ha jurado su cargo como nuevo juez de la Corte Suprema de Estados Unidos, un cargo de por vida al que llega tras la polémica de las acusaciones de abuso sexual de tres mujeres.
Por eso, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzaba su discurso recordando que todo hombre es inocente hasta que se pruebe su culpabilidad. "Quiero disculparme con Brett y toda su familia por el terrible dolor y sufrimiento que han tenido que soportar", decía Trump.
Kavanaugh ha agradecido su apoyo durante todo el proceso y se ha comprometido a buscar la estabilidad y unidad: "Mi objetivo es ser justo para todos los estadounidenses, y trabajaré muy duro para lograrlo. No he sido designado para servir a un partido o un interés, sino para servir a una nación".
Con su nombramiento, Trump se asegura a un hombre de confianza en la más alta instancia judicial y con un juez muy a la derecha en el espectro ideológico, los republicanos logran la mayoría en la corte suprema, lo que apuntaría a menos restricciones a las armas y las grandes empresas, menos regulación sobre minorías y menos protección al aborto.
Esta designación que ha dividido en dos a la sociedad estadounidense.