FUERTES MEDIDAS DE SEGURIDAD
La investidura de Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil coloca a la ultraderecha por primera vez al mando de la mayor democracia de América Latina desde el fin de la dictadura militar en 1985, de la que el futuro mandatario es un nostálgico.
Para la toma de posesión se han extremado las medidas de seguridad en Brasilia. Con el espacio aéreo cerrado y un refuerzo policial y militar en calles, las medidas de seguridad son extremas. Habrá detectores de metal, Bolsonaro llevará un chaleco antibalas, tiradores de élite se colocaran en puntos estratégicos, así como la presencia de misiles antiaéreos.
El temor de un nuevo atentado contra Bolsonaro, quien fue apuñalado el pasado septiembre en plena campaña electoral, ha elevado la alerta de las autoridades y obligado a desplegar un operativo de seguridad sin precedentes en la capital brasileña para hacer frente a cualquier "amenaza".
A las tres de la tarde hora local, 6 en España, empieza el recorrido. La ceremonia durará cinco horas y a petición del nuevo presidente comenzará con una misa. Se esperan más de 300 mil personas y asistirán 12 jefes de estados, entre los que no está invitado Maduro.