EN LA CUMBRE POR EL CLIMA
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, abrió este martes los debates de la Asamblea General de la ONU, ante la que pidió "respeto" para la soberanía de su país en la Amazonía y dejó además una muy dura condena al "socialismo".
El líder de la ultraderecha brasileña utilizó por primera vez la tribuna de las Naciones Unidas y reiteró sus quejas por la "exageración" y la "manipulación" en torno a los recientes incendios en la Amazonía y también para expresar una dura condena al socialismo, que encarnó en Cuba y Venezuela.
Sobre las llamas que consumieron parte de la cobertura vegetal de la Amazonía, que grupos ecológicos atribuyeron a una alegada falta de acción de su Gobierno, Bolsonaro insistió en que hubo una campaña de "desinformación" y que llegó a animar algunos sentimientos "colonialistas" que persisten en el mundo. Aunque no lo citó expresamente, se refirió al presidente francés, Emmanuel Macron, quien alarmado por los incendios llegó a pedir una intervención del G7 para ayudar a controlar las llamas.
Bolsonaro reiteró que "la Amazonía (brasileña) es mayor que toda Europa occidental" y que en más de un 60 % está "preservada", por lo que su Gobierno "no acepta" que otro país "diga" qué se debe hacer para conservar ese bioma. También sostuvo que es una "falacia decir que la Amazonía es un patrimonio de la humanidad o que es el pulmón del mundo" y aseguró que los únicos que tienen soberanía sobre esa región son los países amazónicos.